Una tranquila tarde de sábado me voy a dar una vuelta con un amigo al centro de Barcelona. Cojo el metro. Los vagones están llenos de chicas y chicos disfrazados. Van cargados con bolsas llenas de posters, muñecos, comics. Ataviados con vestimentas de colores charlan animadamente en el metro. Más tarde me entero de que el Saló del Manga ha registrado un pleno absoluto. En realidad el éxito ha sido desbordante.
Sigo mi periplo y llego a una tienda de comics dónde no hay novedades Manga, están todas en el Saló. Un quiebro al destino y me voy a FNAC. Seguro que algo podré comprar. Llego a la zona de comics y me encuentro un arremolinamiento de juventud disfrazada en torno al Manga. ¿Será que no cabían en el Saló o necesitaban más caña? Luchando consigo llegar a coger algo.
Un poquito más y paso por caja. Bolsita y a la calle. Para mi sorpresa veo un dibujo en la bolsa de FNAC que llama poderosamente mi atención. ¿Y esto? Manga no es 😉
Quizás os suene el autor.
Sin duda el comic está en la calle y viendo el Saló del Manga diría que está tomando la calle.