Hace unas semanas hablabamos aquí de la obra Paul moves out del mismo autor, ahora toca hacerlo de Paul va a trabajar este verano. De la mano de la editorial Fulgencio Pimentel nos llega la edición española, excelente, muy cuidada y de un tacto a la lectura verdaderamente agradable.
De nuevo nos hallamos ante Paul, alter ego de Rabagliati, ahora en plena adolescencia. Como buen adolescente, Paul navega sin rumbo fijo, no sabe qué quiere hacer con su vida. Ante este panorama recibe una oferta de un amigo para hacer de monitor de campamentos durante dos meses. Llegados a este punto arranca el grueso de Paul va a trabajar este verano. A priori, el argumento puede parecer simple, llano o, sencillamente asustar a más de uno. Que no cunda el pánico. Lejos de ser sentimentaloide o aburrida estamos ante una obra vital, divertida, optimista.
Paul va a trabajar este verano (Michel Rabagliati). Fulgencio Pimentel, 2006. Rústica. 152 páginas. B/N. 18€. Edición numerada de 1000 ejemplares
La historia del verano de Paul es el relato de un paso importante de un muchacho hacia la madurez. Un adolescente desorientado se marcha de campamentos y volverá un joven con algunas lecciones aprendidas sobre la vida y sobre sí mismo. El encuentro con los niños en el campamento hará que nuestro protagonista asuma responsabilidades, tope con sus límites y luche por superarlos. También es una obra sobre la juventud, y la vitalidad y fuerza de las vivencias de entonces vistas años más tarde. Por supuesto, el amor de juventud hace acto de presencia. Es difícil leer estas líneas y pensar que no estamos ante un pastiche entre aventuras de escoltas y enamoramientas, la magia está en como nos lo cuenta Michel Rabagliati.
Sinceridad. Pero no hablo de decir la verdad. Se trata de transmitir autenticidad, de conseguir que se crean y sientan las vivencias que se están leyendo. Este es, para mí, el mayor valor de la obra de Rabagliati. Consigue que te sumerjas, no sólo en la historia, sino en el proceso personal y de crecimiento de Paul. Ríes, sufres, subes y bajas con él. Además sin misticismos, retorcimientos o argucias. Claro, directo al cerebro y al corazón. Un servidor nunca hizo campamentos en su juventud pero he podido sentirme cómplice y participe de la experiencia de Paul, de sus anhelos, sus miedos, sus victorias. Otra herramienta que ayuda a esa autenticidad es la doble voz de Paul. Por un lado el joven Paul que es protagonista de la acción y del que vemos sus acciones y reacciones. Por otro lado el Paul adulto, narrador que matiza y apunta sus antiguas vivencias. Lejos de parecer trascendente, la obra esta repleta de frescura y golpes de humor. La alegría de los personajes y sus vivencias llenan las páginas.
El dibujo de Rabagliati es limpio, claro, expresivo, incluso más que en Paul moves out, quizás por la emotividad para el autor de este Paul va a trabajar este verano. La caracterización de los personajes es muy buena y se muestran muy expresivos. Para muestra un botón: las cejas del protagonista. Me sigue encantando la facilidad con la que introduce Rabagliati pequeños gags visuales. En general, una obra mejor, más completa y redonda que la anteriormente reseñada aquí, tanto por un dibujo más expresivo como por la historia en sí. El final de la obra es un exponente de su gran solidez.
Señor Pimentel, queremos más Rabagliati.
Excelente, tebeos como este hacen grande el cómic.