Pollo con ciruelas (Marjane Satrapi)


Pollo con ciruelas, de Marjane Satrapi. Norma, 2006. B/N. 88 págs. 14 €


Como no hay que perder las buenas costumbres, el otro día me acerqué a MI Biblioteca para hacerme con tres tebeos, que es lo máximo que te permiten de una vez y una de mis opciones era este Pollo con Ciruelas, de Marjane Satrapi, del que todo el mundo no paraba de hablarme maravillas.
Y, según parece, público y crítica coinciden (¿?) una vez más: este fantástico cómic viene avalado con el Premio a la Mejor Obra en Angoulème en el año 2005, tal y como nos informan con esa fajita sus editores en España, Norma Editorial.
Marjane Satrapi no tiene una larga carrera como autora de cómics a sus espaldas, pero sí es, desde luego, mundialmente reconocida y conocida por sus tres obras fundamentales: Persépolis, Bordados (por el que fue finalista en Angoulème) y este Pollo con ciruelas, enumeradas por orden de realización.




En todas estas obras hay varios puntos temáticos en común; Irán que es su país de origen, sus recuerdos familiares, el cambio que transformó por completo la nación donde nació y creció hasta la adolescencia y una gran carga política. Respecto a la forma de plasmar todo ese intrincado mundo de vivencias, casi siempre -de algún modo u otro- personales, Satrapi usa un dibujo muy esquemático y en apariencia sencillo, casi naïf, pero cargado de plasticidad y expresividad. El uso del blanco y negro es total en el sentido de que no hace ningún tipo de concesiones al uso de cualquier otro color, ni tan siquiera el gris. Muchos de los dibujos de este tomo, sobre todo las portadas que nos presentan los nuevos capítulos, parecen estar realizadas previamente con grabados, vaciados de linóleo, por ejemplo, imprimados en pura tinta negra e impresos en el papel.



Siguiendo esa temática de usar los recuerdos que ella misma tiene o las historias adquiridas a través de su familia, siempre presente en sus historias, en Pollo con ciruelas no encontramos con que el protagonista de ésta, es un tío de la madre de Marjane: Nasser Ali.
Nasser Ali Khan (nos explican que Khan significa señor, por lo que esta palabra aparece sólo a veces) es un músico virtuoso del «tar», instrumento de cuatro cuerdas, que es toda su vida y que es roto por su mujer, con la que vive y mantiene un matrimonio desgraciado. A través de esta historia entendemos por qué ese instrumento se ha convertido en su vida y por qué ya no puede vivir sin él. Intenta tocar otros tantos, pero ninguno le llena como aquel, del que guarda los pedazos, tan destrozados como su corazón.
La historia empieza y termina en el primer capítulo. Todo el desenlace se sucede, enredándose la trama y desvelándose sus misterios casi al mismo tiempo, con narración lineal y con numerosos flashbacks, en uno de los cuales aparece la propia Satrapi y en otro, por ejemplo, nos desvelan el por qué del título.
Lo cierto es que el saber qué va a pasar y cómo, no hace que la historia pierda ni un ápice de su interés; es más, para una persona curiosa (y miren que no estoy citando a nadie) es un aliciente muy, pero que muy motivante para continuar con la lectura y devorar el tomo con avidez, aunque en ciertas ocasiones, me recuerda demasiado a Persépolis y lo cierto es que, en mi opinión, no aguanta demasiado bien unas posteriores re-lecturas.
El gusto que deja al final no sé si será como el pollo con ciruelas, pero desde luego SÍ es muy jugoso, quizá algo menos de lo que se podía esperar de un cómic con un respaldo tan importante, ya que los ingredientes son conocidos y cocinados de forma muy parecida a anteriores fórmulas. Pero sigue siendo una buena receta, degústenla y, luego, nos dicen qué les ha parecido.



3.jpg
Bueno, este es el nivel medio que habría que pedir a cualquier tebeo

Mar