Entrevista con Michel Rabagliati

Desde Entrecomics tenemos la dicha de ofreceros una entrevista que realizamos a Michel Rabagliati, autor de Paul va a trabajar este verano y Paul Moves Out, ambas reseñadas con anterioridad en Entrecomics. Tan sólo agradecer a Vin su trabajo con la traducción en francés, excelente trabajo, a la editorial Fulgencio Pimentel por su ayuda y, por supuesto, a Michel Rabagliati por atendernos. Sin más pasamos a la entrevista.

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1. La vocación tardía

Según tu bibliografía «oficial» comenzaste tus andanzas en el cómic relativamente tarde. Tu profesión era la ilustración y el diseño gráfico y después llegaste al cómic. ¿Cómo te sirvió tu formación y carrera profesional previa? ¿Realmente te fue de utilidad?

El oficio de ilustrador y de grafista que practicaba desde antes del periodo de los ordenadores me ha enseñado a trabajar limpia y metódicamente y también dentro de unos plazos realistas. De hecho la transición hacia el cómic se ha producido muy lentamente para mi, y además un poco en el sentido contrario habitual de los historietistas. Normalmente uno abandona sus proyectos de juventud en el cómic según envejece para dedicarse a un oficio “serio”, en mi caso fue al contrario, he regresado a mi sueño de juventud a los 38 años.

Aparte de tu afición por el cómic y el conocimiento del medio como lector ¿estudiaste el lenguaje propio del cómic antes de empezar con tu primera historieta?

No, me sumergí directamente.

El salto profesional no es fácil en ninguna disciplina, ¿qué te impulsó a esa aventura? ¿Tenías expectativas artísticas o comerciales?, es decir, ¿esperabas llegar donde estás ahora?

No me esperaba nada. Todo lo que me importaba era hacer algo más creativo y personal. Después de tantos años sirviendo a clientes exigentes, quería dirigir mi propio trabajo, a mi ritmo y conforme a mis gustos, sin obligaciones. Es un lujazo, lo admito, ¡pero un lujo en tiempo, no en dinero! No os ocultaré que gano mucho menos ahora que hace 10 años, cuando tenía mi despacho de grafista. Aceptar reducir tu salario en un 50% no es una decisión que se toma a la ligera, máxime cuando tienes una familia, un coche, etc. Pero en la vida llega un momento en el que el dinero ya no tiene importancia y debemos alcanzar nuestros proyectos, nuestras aspiraciones. Quizás se trate de la proximidad de los 40 lo que me ha llevado a eso. No lo sé. De todas maneras, tengo la sensación de que no lo puedo remediar.

¿Sigues ejerciendo de diseñador gráfico e ilustrador o eres historietista a tiempo completo?

El cómic es prioritario para mi. Pero como aun no consigo vivir de ello decentemente, sigo haciendo ilustración para antiguos clientes. El trabajo en el cómic ocupa más o menos 75% de mi tiempo.



2. Paul

Asumimos que Paul es tu alter ego historietístico y a través de él nos cuentas experiencias pasadas. ¿Cuánta realidad hay en esas historias? (sospechamos que mucha) ¿Consultas a otros «protagonistas» o recuerdas y reconstruyes a partir de tus recuerdos?

En efecto, Paul está muy cercano a la autobiografía, pero bastante lejano también para ser calificado como auto-ficción. Para mí, el elemento autobiográfico no tiene tanta importancia en mis historias, lo que pretendo es que los lectores se identifiquen con los personajes y que pasen un buen momento leyendo mis historias. La faceta “entertainment” es importante para mí. Quiero que mis historias sigan siendo cautivantes y entretenidas de leer. Dicho esto, sí, saco muchísimo de mi vida y de la de mi gente cercana, pero siempre teniendo en cuenta si esas anécdotas representan relatos válidos para contar a los lectores; en el caso contrario, creo a partir de cualquiera escenas ficticias para alimentar el relato.

Paul es un adolescente que aprende a marchas forzadas sobre la madurez, la responsabilidad, la amistad y el amor. ¿Qué le queda de todo eso después de sus campamentos de verano? ¿Qué le queda de aquellos años en su vida adulta?

Queda mucho de él. La historia de la que habláis, Paul va a trabajar este verano, ha sido uno de los momentos que ha marcado un giro importantísimo a mi vida. No ocurre todos los días poder vivir una experiencia en grupo como ésa. Por lo menos, a mí, no me ha vuelto a ocurrir después de ese verano del 79 el volver a vivir de la misma manera con un grupo de personas en un largo periodo de tiempo. Es difícil apuntar sobre aquello que me ha quedado con exactitud, pero quizá pueda hablar de “sensibilidad hacia los demás” como herencia capital de ese verano.

¿Dejará Paul que su hija vaya de campamentos? 🙂

¡Ja, ja! ¡Sinceramente, me he preguntado muchas veces si enviaría mi hija a un campamento tan desbaratado!

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3. Lo Autobiográfico

Mirar hacia atrás para escribir sobre ello es un ejercicio de sinceridad, ¿te lo planteas de una manera trascendente o no te aproximas al pasado sin miedos ni rituales?

Miro hacia atrás de una manera muy desapegada. Me gusta sumergirme y darme cuenta de mis progresos, identificar mis defectos, mis debilidades, pero también las ganancias morales que he podido adquirir sobre el plano humano. No tengo ninguna vergüenza por ese lado de cara a mi mismo, para mis cercanos, en cambio ya es otra cosa, soy mucho más vergonzoso y prudente con ellos, es comprensible.

¿Por qué el género autobiográfico? ¿Te planteas abordar otros géneros? ¿Qué otros géneros te interesan?

De momento, la auto-ficción me sienta muy bien. Tengo facilidad para hacer avanzar historias y es muy agradable. En ficción le doy vueltas a la cabeza durante días antes de dibujar la más mínima viñeta, y además todo está ya tan visto. Es mucho menos interesante para mí. Necesito contar historias plausibles para sentirme honesto con el lector.

De momento me gustaría mantenerme sobre la línea de los Paul actuales. Cerca de la realidad, haciendo evolucionar personajes que se parecen a todos el mundo. Pero me gustan mucho otros estilos como lector. Me gusta Tardi, Blutch, Blain, David B., Chris Ware, Dan Clowes, Charles Burns y un montón más de autores que sobresalen en sus géneros.

¿Hasta cuando podremos leer sobre Paul?

¡Hasta que me canse de escribirlos, supongo!

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4. La obra y su edición en España

– Recientemente tu obra a llegado a España con la edición de Paul va a trabajar este verano por parte de Fulgencio Pimentel, ¿conoces la edición? ¿La has supervisado?

Por supuesto que conozco la edición. César Sánchez (Fulgencio Pimentel) me ha tenido al tanto durante todas las etapas del trabajo de traducción y de impresión. No he podido realmente supervisar el trabajo, pero le he echado una ojeada cuando el editor me envió las pruebas. Estoy muy contento con esta edición.

Nosotros consideramos la edición de Fulgencio Pimentel excelente, ¿qué importancia tienen para tí el formato y la edición?

También pienso que la edición/traducción es excelente y respeta mis deseos y aspiraciones como autor. Todo se ha realizado con el mayor cuidado y he podido constatar la profesionalidad y la seriedad de esa joven editorial.

¿Planificas tus obras para ser publicadas en un único libro?

Sí, trabajo a lo largo todo lo que pueda. Cuando voy a comprar cómics, me gustan los que son largos, con contenido y que valen su precio. Soy ante todo un lector de novelas y quiero encontrarme esa sensación de lectura cuando estoy leyendo un cómic.

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5. Estilo e influencias

Tu estilo es personal, de lectura cómoda y fresca. Inevitable pregunta ¿qué influencias reconoces en tu obra?

Esta pregunta siempre es interesante. Por lo que concierne a la escenificación propiamente dicha, creo que llevo conmigo mucho de Tintin y Spirou. Para mí, los libros de Hergé y de Franquin fueron una verdadera escuela de lenguaje técnico del cómic.

Por lo que atañe al estilo de escritura, me inspiro más bien en los novelistas realistas como John Irving, Jean-Paul Dubois o J. D. Salinger, por ejemplo. Escritores de lo real, que narran con un tono de confidencia.

En el plano gráfico, he heredado de varios artistas sin duda: primero Robert Laplame, un caricaturista de Montréal de los años 30 a 60 que ha trabajado en varias publicaciones canadienses, luego Albert Chartier, nuestro más célebre autor de cómic quebequés, que ha dibujado la serie Onésime durante unos 40 años; luego, podemos apreciar subinfluencias de Alain Grée y de Sasek, de quien ojeaba los libros cuando era pequeño

¿Qué otras disciplinas más allá del comic y la ilustración te influencian (cine, música, fotografía…)?

El dibujo animado : las pelis de los estudios UPA siempre me han interesado muchísimo, así como todo ese período de dibujos animados cubistas de los años 50. Películas como Toot whistle plunk and bloom, Pigs is pigs de Disney por ejemplo. También, regla general, me mantengo atentísimo a todo aquello que está guionizado en la tele y en el cine. Me gusta entender cómo los guionistas construyen sus historias para hacer vivir emociones a los espectadores.

El cambio y la evolución en tu estilo, ¿te los planteas como una obligación? ¿Surge con el trabajo o es fruto de «investigación» tuya?

¡Se produce solo, gracias a Dios! Me considero un dibujante medio. Para mí el dibujo es del todo secundario en el cómic y no debe convertirse en la locomotora de una historia. Si he tardado tanto en dedicarme al cómic, es porque pensaba que había que dibujar a toda costa como Rembrandt para ello, y que ese virtuosismo era inalcanzable. Era un error y he entendido más tarde que sin una buena historia, un cómic no es nada más que un cuadernillo de bonitas ilustraciones. Ha sido a raíz de leer autores menos hábiles en el dibujo pero fuertes en relato que he comprendido en qué lugar residía exactamente la fuerza de un cómic.

La expresividad de tus personajes nos encanta, además creas gags visuales muy divertidos, ¿surgen espontáneamente, son exageraciones de la realidad?

Debo confesar que me sorprendo a mi mismo metiéndole humor a mis historias. Sobre las sinopsis, los gags nunca están escritos, coloco uno cuando la ocasión se presenta en la fase de la planificación, espontáneamente. La mayoría de veces se trata de gags reales apenas exagerados.

¿Qué método de trabajo sigues? ¿Cómo te organizas la «jornada laboral»?

Soy un trabajador disciplinado. No me gusta desperdiciar mis días en ocupaciones no productivas. Empiezo en cuanto mi hija se marcha al cole, y acabo cuando vuelve. Más o menos eso es todo. Por la noche, ensayo canto coral, porque formo parte de un coro. Una vida un poco aburrida me temo, ¡pero me gusta la tranquilidad y la rutina!

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6. La historieta como medio

Durante años has trabajado en otros ámbitos profesionales, ¿cómo se ve el comic desde fuera? ¿Se ve como una disciplina más o se ve como un arte menor?

¡Ah, no! ¡Es un arte mayor! Pero no creo ser el primero en remarcarlo. El cómic en mi opinión se coloca exactamente entre la novela y el cine. Y ocupa un lugar maravilloso en el mundo de las artes. Creo que siempre habrá lectores para ese medio de expresión. Pero aun queda trabajo por hacer cerca del público para demostrarle que el cómic es un arte tan serio como las artes visuales, la escultura o la escritura. De hecho estamos viviendo una época muy bonita para el cómic a pesar de la saturación del mercado. Toda una cohorte de autores de cómic para adultos emerge y pienso que tanto mejor. Hoy en día un autor puede dedicarse al cómic sin por ello tener que hacer monadas para divertir a los niños.

¿Qué posibilidades le ves a la historieta? Tanto como expresión artística como para la narración de historias u otros.

Veo un periodo más libre para dedicarme al cómic. Hoy ya no hace falta dibujar necesariamente un cómic a color para el gran público o la juventud. Los lectores adultos están dispuestos a leer historias en negro y blanco, más largas y no necesariamente humorísticas. Aprecio que los lectores tengan esa amplitud de miras. A partir de esta constatación, todo es posible en la experimentación y la exploración del medio.



7. Proyectos Futuros

Obligada pregunta, ¿Qué proyectos tienes a la vista?

En la actualidad trabajo sobre un sexto volumen del cual ignoro el título. Una historia que sucede en mi familia política.

¿Qué es lo que te gustaría dibujar pero no ves ni cómo ni cuándo?

Me gustaría ciertamente ir más allá en la psicología personal de los personajes cercanos a Paul. Pero he aquí el mayor problema de la auto-ficción: a pesar del hecho de que cambio el nombre de todos mis protagonistas, se reconocen fácilmente en la lectura de mis historias, y no puedo desplegar a la ligera todo lo que se me pasa por la cabeza sobre ellos, no sería correcto… Hay por tanto un límite a eso, y ello me produce en ocasiones frustraciones morales. Quizás algún día haya rodeado esa manera de narrar y me haya vuelto más hacia la ficción pura para eliminar ese problema, no es imposible.

Michel Rabagliati
29 de noviembre de 2006