Sí, es cierto, la Navidad se supone que es una época de alegría y felicidad, pero la vida no es fácil, ni siquiera para Papa Noel. El trabajo como autónomo sin derecho a jubilación, el aislamiento social prolongado, el colesterol, los problemas de erección… Demasiadas cosas como para estar «¡HO-HO-HO!» todo el día, y en algunas portadas se han hecho eco del patético estado de Santa.
Aquí está la prueba de lo que decía. Los dos primeros ¡OH!, bien. En el tercero comienzan las dudas. Las dudas sobre si entrar en ese bar o mejor acercarse hasta otro donde no tengan manía a los tipos de rojo (vale, no es un bar, pero la idea ha quedado clara, ¿no?).
Porque aunque no lo creáis, Santa tiene enemigos y ya ha sufrido agresiones injustificadas.
Y amenazas bastante claras y meridianas. «¿Dónde está el trenecito eléctrico que me prometiste en 1977?»
Como para no deprimirse. Es que es para cortarse la coleta y dejarlo. O afeitarse la barba, por mucho frio que haga. Menos mal que el forro del abrigo es calentito.
Una vez que has pisado fondo, el camino hacia el alcoholismo es una autopista sin peaje.
¡Ajá! Así que eras tú el de la pistola, ¿eh? ¿Ves lo que has hecho? Que Papa Noel se retira. Tras él, sólo quedan su gorro, sus hojitas de acebo, sus… ¿cadenas?
Por eso amiguitos, yo os recomiendo que si queréis tener a Papa Noel contento para seguir recibiendo regalos muchos años, lo tratéis bien, tengáis para él una palabra amable, un gesto gentil, un detalle bonito, y sobre todo, unas botellitas de orujo siempre a punto.
En anteriores capítulos:
Portadas navideñas con árbol
Portadas navideñas con bolas
Portadas navideñas con trineo
Portadas navideñas con calcetines
Portadas navideñas con regalos
Portadas navideñas con cola
Portadas navideñas con saco
Portadas navideñas con chimenea