No es ningún secreto que en esta redacción somos varios los que dejamos resbalar la babilla por la comisura de la boca cuando hablamos de Paul Pope, y por supuesto somos asiduos visitantes de su blog, donde ya ha desvelado detalles sobre la producción de su Batman year 100, ha hecho patente su admiración por Jack Kirby y mostrado los distintos homenajes que le ha brindado (como ese Omac que podemos ver en el Solo #3 editado por Planeta), y ha analizado distintos aspectos de su arte y del arte en general. Un blog de visita obligada de la mano uno de los autores más originales y con más fuerza que hay ahora mismo en el panorama mundial y que además hace gala de unos conceptos teóricos sobre la historieta que no tienen nada que envidiar a las ideas de Scott McCloud, por citar un ejemplo habitual en estos casos. No en vano a Pope se le conoce como «Comics Destroyer» o «el Jim Morrison del cómic», ya que basándose en conceptos o trabajos clásicos es capaz de dar a luz imágenes innovadoras y narraciones que destacan por un ritmo narrativo frenético y que a la vez contienen un lenguaje visual que muchas veces se puede calificar de poético. Esta aparente dicotomía posiblemente surge (al menos en parte) de su relación de cinco años con Japón y la editorial Kodansha, y en su estilo podemos disfrutar a la vez de la agilidad y la fuerza expresiva del manga y de la composición y el amor por el equilibrio de la pintura clásica japonesa. Todo ello pasado por supuesto por el filtro del cómic americano clásico de superhéroes (y del otro), la cultura pop, el arte del cartelismo y el expresionismo… por lo menos. Lo cierto es que la cultura artística de Pope es tan amplia que resulta difícil rastrear el origen de su estilo, o tal vez simplemente es que no debamos buscar, ya que, en sus propias palabras, «uno debe destruir para poder crear».
Pero hablando de babas y de bocas que se hacen agua, Pope comenta en la última entrada de su blog el que será su próximo libro (teniendo en cuenta que el TPB de Batman year 100 ya está prácticamente en la calle), Pulphope, que acumula ya varios meses de retraso sobre la fecha inicial prevista de publicación. De hecho, aunque figura como disponible en Amazon, a la hora de comprarlo se indica que se trata de un «pre-order». Al parecer, el proceso de prepoducción, que ha llevado hasta el momento 13 meses, tiene como fecha límite el 23 de Febrero, y se prevé que salga a la venta en primavera de este año (en USA, claro). Actualmente Pope y AdHouse Books se encuentran en el doloroso proceso de eliminar el material que no alcanza las cotas de calidad que desean, lo que supondrá aproximadamente una reducción del 40% de las páginas con las que trabajan, y aun así será un tomo de casi 300 páginas. El volumen final estará compuesto en su mayor parte por material inédito, y aunque se incluirán algunos cómics, el grueso del mismo lo conformarán ilustraciones, pósters, distintos diseños y cuadernos de bocetos (uno de ellos… ¡pornográfico!). También tendrán cabida media docena de textos de distinta índole para cada sección del libro, con temas tan interesantes como Pornografía vs Erótica, Arte infantil vs Arte abstracto, una biografía sobre el artísta pop japonés Tadanori Yokoo, un texto sobre el proceso de trabajo en la editorial japonesa Kodansha y otros temas que escritos por la pluma de Paul Pope sin duda merecerán mucho la pena.
Mientras Pulphope llega a las librerías, seguiremos repasando las páginas de Heavy liquid (Norma, 2004), Escapo, THB y 100%, y echando un ojo a las alucinantes ilustraciones del artista que pueden encontrarse en su blog y otros lugares, como las que dejamos aquí abajo…
