Eddie Campbell lleva varios días tratando en su blog el tema del plagio en general y de Roy Litchenstein en particular (aquí y aquí, y hoy mismo aquí). Todos sabéis que Litchenstein se hizo famoso por ampliar viñetas de cómic en un lienzo y colgarlas enmarcadas en una pared, dándoles así una nueva dimensión (no sólo física), lo que para muchos no ha sido más que un vulgar plagio. En Deconstructing Lichtenstein tienen unos 85 cuadros del autor junto a sus correspondientes originales en cómic. Otro artista, Gudmundur Erró, se ha hecho famoso utilizando viñetas de Jim Starlin o Gil Kane entre otros para realizar collages y pinturas, como la que se muestra en este post.
En el segundo de los enlaces al blog de Campbell, éste desglosa varios párrafos de R G Collingwood, en los que se describe el arte como una experiencia colectiva, justificando y alentando el plagio y el préstamo de ideas y arremetiendo contra el individualismo. Por otra parte, para entrar en la web de The Lichtenstein Foundation hay que aceptar la siguiente frase: «Los contenidos de este sitio son sólo para uso individual y/o educativo. Ni el texto ni las fotografías pueden ser reproducidos en ninguna forma sin el permiso de The Lichtenstein Foundation». Irónico, ¿no?