Especial Salones
Queridos amigos: aquí volvemos con una nueva entrega de la saga que se propone cambiar (a mejor, siempre a mejor, dentro de las propias posibilidades) la vida de toda persona lectora y amante, defensora de los tebeos y cómics a toda costa, defensora incluso de la novela gráfica.
Como buenos aficionados sabéis que se aproxima uno de los eventos comiqueros del año: el Saló de Barcelona y desde nuestro punto de vista didáctico y de ayuda nos hemos puesto manos a la obra para que todo el mundo aparezca hecho un pincel, a la moda, pero sin renunciar a las características que os hacen únicos e intransferibles, que os hacen resaltar de la media, esa muchedumbre que ahora quiere ser friki a toda costa, pero que al no poseer la autenticidad que os es innata, no podrá nunca igualar vuestras cotas de frikismo.
Como siempre intentaremos hacer propuestas que podréis acoplando al estilo propio y, a la vez, procurando dar las claves para todos y cada uno de vuestras sensibilidades personales y aunque no nos gusta diferenciar por sexos, creemos que un Salón es una oportunidad genial para relacionarse sin temor a quedar fatal, sin meter la pata por no saber hablar de temas generales, y llevar a cabo un acercamiento con visos de llegar incluso al contacto físico e íntimo (en los casos más exitosos) entre las diferentes y diversas posibilidades que nos ofrece la diferencia por géneros: el esquema en este punto se da por sabido; si hay dudas, pueden escribir en los comentarios o dirigirse al mail que aparece firmando este post y del que no recibirán soluciones, pero siempre alivia contar las penas.
Hay voces discrepantes que aseguran que para las féminas es suficiente con llevar una camiseta ajustada, pero esto, desde luego, -y aunque no es una opción a rechazar ni obviar- no es suficiente, pues no sólo de contemplación vive el ser humano.
Ante todo, y como primera medida, os ayudaremos a preparar una bolsa o maletita con la ropa ideal. Del abastecimiento de tebeos os dejamos solitos, pues suponemos que cada cual estará pensando y sopesando qué cómics va a llevarse para hacer horas y horas de colas y conseguir el dibujo de su vida (al menos, hasta que se convoque el próximo Salón). Como suponemos que los tomos irán en una mochila perfecta y lo más pegada posible al cuerpo, hemos de suponer que la ropa irá en una bolsa o trolley, que desde que se inventó la rueda, es lo que mejor nos puede venir.
Seguiremos un orden, como otro cualquiera: de dentro hacia fuera.
PARA ELLOS
Importantísima la ropa interior. Creo que los chicos ya van teniendo edad para comprarse sus propios calzoncillos. Asegúrense de llevar siempre de más, no ocupan apenas espacio y uno no sabe las posibles contingencias a tener en cuenta entre tanta y tan diversa gente. Durante el Saló es más que evidente que cada cual llevará una camiseta identificativa de este o aquel personaje, a cual más peculiar para que os podáis diferenciar con claridad:
– ¿Has visto a ese tipo?
– Sí, el de la camiseta de Spiderman de Romita Jr., ¿no?
– Nooo, mujer: el que la lleva de Romita padre.
– Ah! ¡Sí! Cómo no fijarse!!!
El pantalón debe ser cómodo y algo moderno. Como ya os habréis gastado la pasta en camisetas, no penséis que los pantalones y el calzado no cuentan: hay ojos y gustos para todos los sabores.
Sed cuidadosos con los pequeños detalles pues pueden atraer esa mirada que anheláis…
PARA ELLAS
No creáis que es suficiente ser chica para ser el centro de las miradas en un Salón del Cómic. Si posees rasgos distintivos, sácales todo el partido que puedas: seguro que tú ya sabes cómo, que nunca vienen de más esos pequeños detalles que harán que puedas seleccionar entre las miradas que levantarás a paso (es cierto que el factor número aún juega a tu favor). Pero recuerda que no te va a servir de nada a la hora de hacer cola para conseguir el dibujo de un autor: no tientes a la suerte y frikea como sólo tú sabes.
En el tema de las camisetas, anota lo dicho para ellos, pues son datos que siempre van a ser tenidos en cuenta.
Respecto al calzado, no hay nada como unos buenos tacones (¿veis, chicos fetichistas, como el calzado importa?) pero piensa que vas a estar todo el día recorriendo stands, mirando tebeos y guardando sitio en colas interminables… Decide entre comodidad y piernas largas.
Y hablando de piernas largas: ¿falda o vaqueros? La duda se resuelve mirando a los zapatos que vayas a incluir o mucho mejor: un par de cada, que nunca se sabe…
Una vez resuelto el tema del vestuario BÁSICO, vamos al plano físico puro y duro y lo primero que enseñamos de nosotros mismos: la cara y aledaños.
PARA ELLOS
A poco que tengáis un buen amigo o una buena amiga, sabréis cómo lucir mejor.
Esa barbita que a Indiana Jones le venía tan bien para arrancar suspiros (y prendas íntimas) puede que no sirva de igual modo contigo.
Pelo: largo, corto, con gomina o cuidadosamente despeinado… pero siempre limpio. SIEMPRE. Es una de las cosas que más tienen en cuenta las posibles candidaturas.
En un Salón se pasa mucho calor: nunca viene mal un poquito de colonia, con toque infantil o frutal, o incluso un perfume con esencia más masculina, pero ¡ojo! No se trata de dejar un rastro a tu paso ni de atontar al personal, sino algo sutil…
PARA ELLAS
Parece que este tema pueda estar superado por las féminas saloneras, pero hay que decir que no. El lema donde hay pelo hay alegría se puede atribuir a muchas otras circunstancias, pero no hay que olvidar que –partimos de la base- es un sitio para ver y dejarnos ver. Pensemos en el colectivo que regenta peluquerías y centros de estética (chicos, apunten también) que tienen que subsistir: un buen corte a tiempo o un buen arreglo harán que tengamos ese aspecto fantástico que no se consigue en casa con las tijeras del pescado.
El perfume, sensual, of course, pero sin pasarse; o fresco y frutal, según el estilo.
En general, pedirle a un Ente Salonero que lleve las uñas arregladas es casi pedir un imposible, aunque sería una manera muy fácil y cómoda de ganar enteros: aplicable a ambos, ellos y ellas.
Esperamos que estos consejitos sean tomados con muy buen humor y que se sigan al pie de la letra por todas aquellas personas que acudirán al Saló con ganas de cubrir sus necesidades frikis, gafapastas, otakus… y de -¿por qué no?- ver y dejarse ver –fantástico escaparate humano- ya que la concentración de gente por metro cuadrado se supone que será muy alta.
Por supuesto, esta entrecomiquera hará todo lo posible porque sus guapísimos y encantadores compañeros NO sigan estos consejos, pues los quiere todos para sí.
¡¡¡Nos vemos en Barcelona!!!
(eso ya lo habían dicho hace años, ¿no?)