Crisis Infinita (Johns & Jimenez). Planeta, 2007. Miniserie de 4 comic-books. Nº 1-3: 112 págs c/u. Nº 4: 128 págs. Color. Nº:1-2: 5,50 € c/u. Nº 3-4: 5,95 € c/u
Cuando DC planteó esta nueva Crisis todo parecía que respondía a un plan. Y no me refiero al plan financiero de DC sino a una trama bien armada dentro del Universo DC. La Crisis de Identidad funcionó razonablemente bien a nivel de crítica y público así que ¿por qué no ir a por más? ¿Por qué no ofrecer más? Pero DC no se tiró de cabeza, armó unas miniseries como prólogo de esta crisis y un epílogo muy ingenioso. Saltarían un año entero de la continuidad en todas las series y ese año «desaparecido» nos lo eplicarían en una miniserie semanal, 52. Toda esta estrategia parecía madura y muchas de las series de la editorial estuvieron orientándose hacia este plan maestro. La Crisis Infinita serie el punto catártico dónde todo debería tomar forma de cara a un futuro mejor.
Precisamente en este punto central la estrategia de DC ha tenido a su punto más débil y fallido. Se antoja muy difícil que esta serie atraiga nuevos lectores dados los conocimientos previos que requiere. Seguir y entender los acontecimientos demanda conocer el Universo DC con soltura y profundidad. Por lo tanto no se ha pensado para un nuevo público sino para lectores de «los de siempre», seguidores habituales. En segundo lugar está lo que resuelve y cierra la serie. Más bien poco. Lo que debía ser un punto y aparte se convierte en un punto y seguido. Nada se resuelve todo queda en un continuará. De acuerdo, algún muerto, algún exilio, se aclara algún punto pero todo cambia para seguir igual.
Después de leer esta miniserie me quedé pensando seriemente en la necesidad de la misma. Tanto tiempo y propaganda y ni siquiera encontramos una historia que enganche más allá de saber como derrotar al malo. Una decepción en general. ¿Expectativas muy altas? La propia DC se ha encargado de poner el listón, comparándose con las Crisis en Tierras Infinitas de hace 20 años (cuando menos, necesarias), por ejemplo. Puestos a hacer una lectura optimista me quedo con parte de las consecuencias. Esa parte es la serie semanal 52, entretenida, con muchas líneas abiertas y desarrolladas y planificadas. Seguramente 52 no pasaría a la historia de cómic por su calidad pero sí que hay una lectura que te hace esperar el próxio número. Eso ya es mucho.
Claro que, como no, podía ser de otra manera, DC se ha sacado de la manga otra serie semanal tras 52. Se llama Countdown y parece que nos llevará a las Crisis Final. Todo estas contínuas revoluciones, Crisis, Guerras y demás consiguen desesperar a los ávidos lectores del cómic de superhéroes. ¿Grandes sagas? ¿Grandes cambios? No. Únicamente queremos buenos cómics y esta Crisis Infinita no lo es.
No merece una relectura, pero es óptimo para nivelar esa mesa que cojea