Dragonlance Chronicles Volume 1: Dragons Of Autumn Twilight (Dabb & Kurth)

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Escrito originalmente por Margaret Weis & Tracy Hickman. Adaptación de Andrew Daab. Dibujos: Steve Kurth y Stefano Raffaele. Colores: Djoko Santiko de Imaginary Friends Studios. Portadas: Steve Kurth. Rotulación: Steve Seeley & Brian J. Crowley. Editado por Devil’s Due Publishing, 2006. Formato: TPB. Color. 192 páginas. 17,95 dólares USA.



Hay tantas lecturas pendientes que una ya no sabe ni cómo ni por dónde empezar a hincarle el diente a la lista, que comienza a dar pavor y desde hace mucho tiempo. Y una de las que están en la recámara son las Crónicas de la Dragonlance, por eso, cuando las vi adaptadas al formato cómic, pensé que era una buenísima oportunidad que no se podía dejar pasar. Así me agencié el primer volumen, en inglés y editado en formato TPB por DDP (Devil´s Due Publishing), que en España acaba de salir, como novedad, por Norma Editorial, bajo el título Dragonlance Chronicles 1. El Retorno de los Dragones.

Nos encontramos ante una historia que antes de haberla leído es conocida, lo que le da un punto de confort a la futura lectura, que a veces, es muy grato: un grupo de viajeros, heterogéneos, que representan a los distintos grupos que habitan ese mundo, se van encontrando y uniendo a medida que sus caminos y objetivos se entrecruzan, pues las metas a alcanzar son comunes y la unión hace la fuerza: nunca sabes qué habilidades ocultas y quién jugará un papel fundamental en la consecución del fin perseguido, que no es otro que salvar el mundo conocido del mal que ha llegado para quedarse, instaurando un régimen de terror, sometiendo a las poblaciones a la esclavitud, a la tiranía de los malvados y sus nuevos dioses del mal, personificados en el terrible Lord Verminaard, sus dragones rojos y la misteriosa Dark Queen: el fenómeno conocido como el Cataclismo, del que hay un antes y un después y que conlleva la eterna lucha del bien y el mal.

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Portadas de los cómics books recogidas en este TPB.



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Los dragones son parte fundamental de estas Crónicas (tal y como se deduce desde el título) aunque este primer volumen aparecen en los últimos capítulos. Hasta entonces, hemos ido conociendo a todos y cada uno de los miembros que van a formar parte de esta comunidad (por riguroso orden de aparición): Tika, la mesonera guerrera por convicciones propias; Un viejo mago despistado en apariencia; Flint, el enano gruñón, con su hacha correspondiente; Tanis el medio elfo o medio hombre, que busca hacer justicia al tiempo que su lugar en el mundo; Tasslehoff, un pillo… por decirlo suavemente; Raistlin, el mago, perteneciente a la hermandad de la Neutralidad, pero cambiado desde su último encuentro y su hermano Caramon,un guerrero de espada pronta y afilada; la pareja de bárbaros, Riwerwind y Goldmoon, con pruebas del poder del amor; Sturm, otro guerrero –nunca son suficientes- que acompaña a la pareja de enamorados y conocido de anteriores aventuras; los enanos esclavos de la fortaleza enemiga; Gitanas, el elfo amigo que les conduce a la cuidad, ahora refugio, de Qualinost, sombra de lo que fue y Laurana, amor elfo e imposible de Tanis, guerrera por amor más que por gusto . Por el otro lado, aparecen los archiconocidos gobblins y los malvados propios de las crónicas, una especie de reptiles, lagartos de afilados dientes y espadas enormes, aunque para suerte de los protagonistas, no son demasiado hábiles en su manejo ni en aprovechar su continua superioridad numérica.

Y ya tenemos todos los elementos para que nuestro relato heroico dé comienzo y nos lleve por el sendero de la aventura.

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Portadas de los volúmenes 2 y 3, ya aparecidos en el mercado americano.
Dragonlance – Chronicles Volume 2: Dragons Of Winter Night (Dragonlance Chronicles) + Dragonlance – Chronicles Volume 3: Dragons Of Spring Dawning Part 1 (Dragonlance Chronicles)



Las ganas de leer esta historia me llevó a comprar esta adapatación, que corre a cargo de Andrew Dabb, aunque desde el principio, el dibujo de Steve Kurth no me atrajo. La mayor arte de las viñetas parecen fotografías retocadas, lo que le da cierto aspecto de fotonovela, de inmovilidad, como si los personajes estuviesen posando para la posteridad y que así, las futuras generaciones reconociesen sus facciones y hablasen de ellos y sin dudas en sus cantares.
El artista luce mejor sus habilidades al recrear los ambientes, las ciudades, los mundos olvidados, los bosques,… aunque el color, mortecino en la mayor parte del tiempo para acompañar al relato, tampoco deja que se luzcan demasiado los detalles. Este color parece demasiado calculado al ordenador, sin frescura, como las sombra que caen a plomo sobre los rostros, en los que destacan demasiado los dientes de los personajes: entre los lagartos y los protagonistas, hay dientes para aburrir al más pintado.

En definitiva, un cómic que hará las delicias de aquellas personas muy –pero que muy- fans de las Crónicas y que aburrirá a quienes buscaban algo más, como una buena historia, entretenimiento o pasar un buen rato leyendo y disfrutando de sus dibujos.


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No merece una relectura, pero es óptimo para nivelar esa mesa que cojea



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