El otro día hablábamos de homenajes a la pintura dentro del mundo del cómic, y desde entonces en mis relecturas me he topado con otro par de ejemplos. El primero de ellos creo que es bastante conocido y tiene que ver con Edward Hopper y su Nighthawks:
Pero de ello ya se habló hace tiempo en otro sitio (no paséis por alto la actualización ni los comentarios).
El otro ejemplo es la recreación de El almuerzo de los remeros de Renoir en una viñeta de Mundos ficticios, séptimo álbum de la serie Valerian de Pierre Christin y Jean-Claude Mezières.
De hecho, en el mismo álbum me ha parecido encontrar otras viñetas que podrían ser homenajes a pinturas, pero no he sido capaz de encontrar la referencia. ¿Por qué digo que me ha parecido encontrar más homenajes? Porque de alguna forma, estos homenajes «cantan». Hay algo en la composición, en la disposición de los personajes, que hace pensar que no es un dibujo «de cómic». O al menos eso me parece a mí. ¿Qué pensáis vosotros?
[ACTUALIZACIÓN] Evidentemente, el lugar donde estos homenajes chocan menos es en las portadas, donde el caracter ilustrativo del dibujo no choca con la narrativa del cómic. Aquí sí que los ejemplos son innumerables, como este de Rick Veitch para Army@Love: The art of war #1, que sale en Estados Unidos en Agosto, pero el que probablemente se lleve la palma en cuanto a homenajes recibidos (al menos por el cómic norteamericano) es Norman Rockwell.
