
Muchos os habréis preguntado alguna vez cómo es una editorial japonesa de manga por dentro. Seguro que os la imagináis como un lugar divertido, lleno de monigotes por todas partes y tal. En realidad, las editoriales son básicamente todas iguales (bueno, al menos puedo hablar por tres o cuatro en las que he estado): un montón de mesas juntadas en grupo, con el jefe en cabeza mirando a su equipo -como en cualquier oficina japonesa, por otra parte-, y, eso sí, todas las mesas y rincones llenos de papelajos y trastos por todos los lados, tanto que hasta sorprende que quede espacio para un ordenador o incluso para meter los pies entre tanto fichero y archivo y papelajo que acaban guardando debajo de la mesa porque simplemente no hay más sitio.
Marc Bernabé describe la editorial Futabasha por dentro y el proceso de producción de sus mangas.