
Hitler. la novela gráfica (Shigeru Mizuki). Glénat, 2009. Rústica. 276 págs. B/N. 12 €
Los caprichos del mercado han querido que sea este Hitler la primera novedad publicada en España de Shigeru Mizuki, maestro del cómic japonés y creador del manga de terror o, para ser precisos, de fantasmas. No obstante, Gekiga Hitler, que así se llama en Japón, pertenece a otra vertiente de la obra de Mizuki menos popular que las aventuras sobrenaturales del pequeño monstruo Kitaro y compañía: la historieta bélica que, como buena parte de su obra, se declina en clave biográfíca.
La experiencia de la Segunda Guerra Mundial marcó en profundidad el arte y la literatura del siglo XX y, en el caso del Cómic, ha dado algunos de las mejores obras de su historia como Maus de Art Spiegelman, Viaje al corazón de la tormenta de Will Eisner, Gen de Hiroshima de Nakazawa o, aun colateral, nuestro Paracuellos de Carlos Giménez. En la misma línea, el interés de Shigeru Mizuki por este conflicto histórico no es meramente circunstancial. El dibujante se dejó, siendo zurdo, su brazo izquierdo durante el bombardeo de Nueva Guinea en servicio a su país. Un trágico expediente del que daría cuenta en su clásica historieta Carga suicida.
Dos años antes de ésta, en 1971, Mizuki entregó los 16 capítulos de 15 a 20 páginas que componen este Gekiga Hitler para el semanario Shukan Manga Sunday. Sin ser la única biografía de Hitler en Historieta, hace años se publicó una muy polémica en Alemania, pueden dar por seguro que es la mejor.
La historieta se abre con una serie de 49 retratos policiales del elenco de personajes principales y, como indica esta introducción, vamos a asistir a una representación teatral: en ella predominarán las pequeñas viñetas frontales de bustos parlantes.
En este punto, el dibujo de Mizuki sorprenderá a muchos por esperpéntico, hecho a penas de bosquejos de caricaturas a plumilla, de un trazo tan esquemático como expresivo, al borde de lo informe, casi arte degenerado. No obstante, este registro, más dramático que puramente figurativo, funciona y dota de fuerza a la caracterización psicológica de un Hitler convulsivo, de pupila espiral, compuesto de puro magnetismo personal.
Tratándose de una biografía del mayor asesino del siglo XX, Gekiga Hitler corre el riesgo estético y político de humanizar a su protagonista, de hacer comprensibles sus motivos. Mizuki sortea este peligro mediante la banalidad esperpéntica de sus caricaturas y el contraste de éstas con grandes viñetas de situación, mucho más distantes, que presentan los hitos históricos, especialmente la guerra, en un estilo cuasi fotográfico. Como en los intertítulos cinematográficos, en ellas se materializa la voz omnisciente del narrador, reduciendo la caricatura de Hitler a una diminuta marioneta animada por el lector. En palabras del propio Mizuki: uno no puede estirar su brazo más allá de la manga.
Esta doble estrategia de distanciamiento tiene nombre propio: Osamu Tezuka. La influencia del Dios del Manga se manifiesta, también y de manera singular, en su puesta en página cuyo ejemplo palmario, aparte de algún que otro zoom con suerte desigual, es la secuencia inicial que alterna en diagonal una serie de viñetas panorámicas.
De lo ya dicho no debería concluirse por error que nos encontramos ante una fábula de tintes infantiles. Gekiga Hitler recoge todos los momentos políticamente relevantes que jalonaron la vida del Führer: el putsch, la noche de los cuchillos largos, la operación Valkiria, Stalingrado, el bunker… pero también su vida personal, con un énfasis especial en su relación afectiva-libidinal con su sobrina política Geli. A ojos europeos, se echa en falta un mejor reflejo del caleidoscopio político y cultural de la república de Weimar, asícomo un énfasis mayor en la represión interna del Tercer Reich, singularmente el Holocausto.
Por último, cabe decir que el trabajo de ediciones Glénat es impecable. Una edición más que económica, de formato mucho mayor al de bolsillo, con bibliografía, epílogo del autor y cronología. La editorial de Joan Navarro demuestra también su perspicacia al ofrecer una biografía, el género de no-ficción más comercial, con gancho y valor político-documental: ideal para las bibliotecas públicas. Ahora sólo toca esperar a la próxima publicación en Astiberri de su monumental NonNonBa y de Operación Muerte para seguir disfrutando en España de uno de los maestros más importantes la Historia del Manga.
Breixo Harguindey