Y ya va la despedida: si ven que su cartero habitual les mira con malos ojos o se ríe mientras llama al telefonillo, lo mismo tienen un regalito en su buzón.
Y ya va la despedida: si ven que su cartero habitual les mira con malos ojos o se ríe mientras llama al telefonillo, lo mismo tienen un regalito en su buzón.