Manga para chuparse los dedos



Hace unos años, el prestigioso chef Ferran Adrià visitó Japón y consiguió cenar en un restaurante llamado Mibu. Este restaurante, situado en el elegante barrio tokiota de Ginza, es el más exclusivo del mundo, ya que solo tiene dos mesas con capacidad para ocho personas y encima es imposible reservar asiento ya que es de acceso solo reservado a miembros. Los aproximadamente 300 miembros asociados al Mibu pagan cierta cantidad para poder cenar un día al mes en el restaurante. No se pueden hacer reservas y solo puedes ir si vas invitado por algún miembro (o tienes ciertos enchufes, claro). Pues bien, Ferran Adrià tuvo la suerte de poder cenar en este local, regentado por los señores Hiroyoshi y Tomiko Ishida, y lo cierto es que el particular cocinero catalán alucinó de lo lindo con lo que le sirvieron.

Atención a la rocambolesca historia que relata Marc Bernabé en su blog, con vídeo incluido y la combinación de manga y gastronomía como protagonista.

Y como seguramente nunca caerá en nuestras manos el manga del que habla Marc, ilustramos la entrada con lo que creemos que será lo más cerca que estemos de aquel: una página de El gourmet solitario de, Masayuki Kusumi y Jiro Taniguchi, un tebeo que nos gustó bastante más de lo que podíamos esperar a priori de su temática y su estructura. Todo es manguizable.