TNY: Javier Mariscal

Y con esta entrada dedicada a Javier Mariscal termina la aportación de historietistas españoles a las portadas de The New Yorker. En próximas entregas continuaremos con historietistas norteamericanos y de otras nacionalidades, pero hoy era el turno de uno de los españoles más internacionales. Este valenciano, que comenzó siendo parte del panorama historietístico underground español de finales de los años 70, acabó convertido en el epítome del diseñador rupturista a partir de su exitoso Cobi, mascota para las Olimpiadas de Barcelona de 1992. De hecho, su fama alcanzó la internacionalidad más absoluta y le llevó en 1993 a la cubierta de The New Yorker por primera vez (esto no es necesariamente del todo cierto: en próximas entregas daremos cuenta de otros posibles motivos). Lo cierto es que no nos pillan de sorpresa estas portadas, ya que Mariscal fue portadista habitual en El Víbora, y de hecho durante mucho tiempo fue casi una norma no escrita que la portada del número doble anual veraniego viniera firmada por el padre de Los Garriris. En cualquier caso, su trabajo para The New Yorker es excelente, y nos gustaría remarcar que, a pesar de que hace tiempo que su nombre ya no se oye tanto como antes, su última cubierta para la revista neoyorquina data de hace apenas un año. Ah, y también hace una aparición estelar en Arroz pasado, de Juanjo Sáez.