Reseña publicada originalmente en la revista Rockdelux, ampliada ligeramente para su publicación en Entrecomics.
Las aventuras del Capitán Torrezno. Plaza elíptica (Santiago Valenzuela). De Ponent, 2010. Rústica. 144 págs. B/N. 20 €
Con esta nueva entrega de Las aventuras del Capitán Torrezno, Santiago Valenzuela (Vitoria, 1971) comienza a sentar las bases de un nuevo ciclo de su serie más celebrada y, ciertamente, ambiciosa, ya que se acerca a las 1.000 páginas torreznas realizadas, marca que certifica su escala única en el panorama del cómic de autor en España. La soledad de este corredor de fondo viene dada tanto por la inaprensible envergadura como por la naturaleza de su creación, un tozudo y titánico salmón nadando en sentido nada común.
En la construcción de este faraónico monumento dedicado a la aventura, la teología y la geología social -pero siempre cargado de humor-, Valenzuela estructura un juego de muñecas rusas capaz de bamboleranos entre el relato medieval y la crónica urbana más casposa y cazallera, entre la ironía y la metáfora, entrelazando una laberíntica alternancia de tramas cuya convergencia apenas si se adivina en la distancia. Desconcertado, el lector llega a preguntarse si acaso no será él mismo un ladrillo más en el muro de esta fantasía tan densa en su desarrollo, tan excesiva en su concepto, su profusión de texto y lo abigarrado de su dibujo, que hasta podría ser cierta.