Charlando con Chester



A continuación presentamos la transcripción de la sesión de preguntas del público que respondió Chester Brown durante la pasada Comic Con de San Diego. Recordamos que durante la misma sesión también presentó algunas pecualiaridades de su método de trabajo y realizó la lectura de una historia inédita.

———oOo———


[Inaudible]

Sí, la pregunta tiene que ver con el ritmo, en concreto en la escena con Carla en la cama. Probablemente escribí la escena en frío. Escribí el diálogo de la primera parte de la conversación y después decidí que el resto ya no era necesario. En esa ocasión seguramente no dibujé otras viñetas. Pero hay ocasiones en las que  dibujo viñetas que no después encuentro innecesarias y no incluyo en el libro. Por lo ejemplos que os he mostrado ya habéis visto que no dibujo la página completa de una vez, sino que dibujo cada viñeta por separado. De esa manera, cuando termino de dibujar, es más fácil ver si algo no funciona y eliminarlo, o incluso añadir algo. Es muy fácil recolocar las cosas. La mayoría de los dibujantes hacen páginas completas, o si acaso medias páginas, pero para mí tiene más sentido trabajar en una única viñeta en cada momento, me ayuda a montar el trabajo.

Algo que me gusta bastante, es que en muchas de tus viñetas se ve a los personajes a vista de pájaro, como si fueran muñecos en un escenario. Me pregunto si es algo consciente y por qué te gusta tanto ese ángulo.

No lo sé… Es… No tengo… Me gusta poder ver las figuras completas. Me parece que es algo que tiende a no alterar el ritmo. Eso en todo… En realidad no estoy muy seguro. Tengo que encontrar una respuesta a eso.



Saltando a los años 90, ¿cómo hiciste la transición de estar haciendo mini cómic a pasar a publicar en Vortex?

Vortex ya no existe, en la primera compañía en la que estuve. En un determinado momento, la persona que llevaba Vortex, Bill Marks, se puso en contacto conmigo. Había visto mis mini cómics y le había gustado. Así que me llamó y se ofreció a publicarme. Eso fue un gran alivio, porque mi trabajo, por aquel entonces… yo quería ser autor de cómic profesional, pero mi trabajo era tan idiosincrático y extraño que pensaba que no habría forma de que alguien se interesase en mí. Había empezado a pensar que tendría que conformarme con hacer cómics como hobby, que nunca sería profesional y que sólo publicaría fanzines y mini cómics. Ya sé que las cosas son así, pero yo quería ser profesional. Así que aquella idea me resultaba muy decepcionante y me deprimía mucho. Y entonces apareció Vortex y la cosa funcionó. Publicaron el primer número de Yummy Fur en diciembre de 1986, creo. Y desde entonces he sido autor de cómic, no he tenido otro trabajo.



[Inaudible]

Me pregunta por qué no muestro las caras de las prostitutas en el libro. Me preocupaba mucho no revelar detalles personales sobre las chicas. Quería reflejar sus personalidades, pero me di cuenta, cuando estaba escribiendo el guión, de que de hacerlo… Bueno, somos seres humanos, ellas me contaron detalles sobre su vida privada, detalles que un hermano, un amigo, podría reconocer. Así que tuve que eliminar todo ese material. Y después estaba la cuestión de qué hacer con sus caras. Empecé a dibujar a todas las prostitutas del libro, dibujé 22 o 23 caras diferentes. Obviamente, no las dibujaba como realmente eran, pero algunas de las mujeres con las que estuve eran blancas, algunas negras, algunas asiáticas… Y esa es una de las cosas que no quería indicar: quién es blanca, quién es negra, quién es asiática, quién es india o lo que sea. Pensé que a lo mejor lo que tenía que hacer era intercambiar algunas cosas, que la chica blanca apareciese como negra y tal. Pero eso habría sido mostrar algo muy distinto de lo que realmente había ocurrido,  hacer las cosas demasiado ficticias. Me pareció que lo más sensato era oscurecer las caras para no revelar su herencia racial. Ese es el motivo principal por el que evito las caras.



¿Pensaste en mantener la raza pero cambiar otras características?

Indicar quién era, por ejemplo, negra, habría sido un detalle identificativo adicional. Hago que las mujeres digan ciertas cosas en el libro. Hay una escena en la que, por el diálogo, puedes saber que la chica tiene un conocimiento sobre historia americana por encima de la media. Si yo hubiera indicado que era negra, y no estoy diciendo que lo fuera, pero si lo hubiera indicado, alguien que la conociese podría decir, “oh, sabe todo esto sobre la historia de América, es negra…”. Es decir, puede hacer despertar la sospecha en alguien. Si un amigo suyo lo lee… Son pocos detalles, pero podrían revelar su identidad, de manera que prefería dejar fuera lo de la raza.

En las imágenes que nos has mostrado en la presentación, durante la lectura, ¿era deliberado que algunos bocadillos estuvieran vacíos?

Oh, sí. He eliminado algunos diálogos deliberadamente para que tuvierais que escucharme a mí [risas]. Había otras ocasiones en las que no me importaba que no me escuchaseis, así que…

¿Pero era intencionado? ¿Hay muchos lectores que… los globos llamaban mucho la atención, como muy… [risas]

Sí, mucha gente piensa que los he hecho adrede fálicos. [Risas] Es por poner el pincel tan horizontal, no es para nada deliberado. Pero lo he hecho. Y me di cuenta de ello, pero no me preocupó mucho.

Me interesa bastante el modo en que aportas información a través de los bocadillos de pensamiento, que ya no están de moda en los cómics mainstream. Lo cierto que no podrías haber comunicado más información de ninguna otra forma. Mi pregunta es cómo decidiste presentar así tus pensamientos, cómo los organizaste de forma linear, cómo los procesaste, cómo hiciste todo lo de los bocadillos de pensamiento.

Es cierto, no había usado tanto los bocadillos de pensamiento en mis trabajos anteriores. No hay… hay muy pocos en Louis Riel, porque no quería hacer pensar que yo sabía lo que él pensaba. Pero este libro es sobre mí, así que tenía cierta idea sobre cuáles eran mis pensamientos. Es una buena manera de introducir información, y en este libro parece funcionar. Tampoco sé cuánto los usaré en futuros proyectos. En realidad… Creo que ya los usé en libros autobiográficos como El playboy y Nunca me has gustado.



[Tras alguna pregunta sin demasiado interés]

Básicamente he estado viendo a la misma prostituta durante los últimos 7 años. Le enseñé el libro y le gustó mucho. El libro también ha tenido muy buena crítica en The New York Times… Varias prostitutas han comentado cosas positivas sobre el libro.

Pregunta: [Inaudible]

Mi ex novia, Sook-Yin, es directora de cine y está interesada en hacer una película sobre el libro. Ahora está en el proceso de escribir el guión. Cuando estaba en la parte de la primera prostituta, Carla, vino y me dijo, “¿cómo era Carla? ¿Era negra, era blanca?”. Le contesté, “no te lo voy a decir”. Se enfadó bastante y pensó que yo estaba siendo sobreprotector. Pensaba que aunque dijéramos de qué color de piel era, seguiría siendo una persona bastante abstracta. Y puede que tuviera razón. Puede que esté demasiado preocupado por ese asunto. Pero tengo que ser muy precavido de cara al público.

¿No había ninguna parte de la historia demasiado personal como para ponerla en un libro?

[Risas] No creo. Mi única preocupación era proteger las identidades y secretos de los demás. Pero yo no tengo secretos. Creo que podría contar cualquier cosa de mi vida en un libro.