El amigo escocés



No es muy habitual -por no decir que no recordamos otro caso- que un reputado autor y crítico extranjero, sin apenas conocimientos de castellano, se decida a leer y comentar cómics realizados por españoles. Eddie Campbell lo ha hecho y, por lo que se ve, la experiencia le ha resultado muy satisfactoria. Cabe la esperanza -remota, pero esperanza- de que su voz funcione como embajadora de las virtudes del cómic español y éste llegue a terrenos donde sólo tiene una representación simbólica. Es decir, que llegue a competir de tú a tú en el mercado estadounidense con el resto de obras que allí se publican. Ya empezamos a acumular una masa crítica de obras que lo merecen.

Pero, de momento, veamos qué es lo que Campbell tiene que decir de lo que lleva leído hasta ahora. Dejamos la traducción de un pequeño párrafo y el enlace a cada una de las respectivas entradas.

Arrugas, de Paco Roca

Compararad las muestras de aquí arriba con mi observación previa sobre Roca y fijaos como Roca concibe un estilo particular para cada nuevo proyecto. Ya comenté su trabajo en el contexto de la «novela gráfica», sobre la que el artista ha dicho que ve como un concepto que ofrece una liberación sobre las formulas convencionales prestablecidas de formato y aproximación. Cada proyecto se define a sí mismo.

Con El invierno del dibujante y Arrugas, Paco Roca ha demostrado ser un novelista gráfico de primer orden. En un mundo ideal, Drawn & Quarterly lo publicarían en inglés. Decidles que lo he dicho yo.

El Vecino, de Santiago García y Pepo Pérez

La historia está llena de afecto por el género superheroico, al menos tal y como éste era antes de que los maniáticos de la carnicería se pusieran al mando. Pepo Pérez tiene un estilo áspero y directo que ha hace que todo se mantenga interesante. Tiene una manera muy sencilla y agradable de dibujar a una chica guapa.

Los garriris, de Javier Mariscal

La recopilación de Los garriris de Javier Mariscal (ediciones sins entido, 2011) es una maravilla. ¿De qué va? ¡A quién le importa! (…) Una de las cosas tristes en estos días de la «novela gráfica» es que muchos queremos conocer la historia y hemos olvidado cómo disfrutar de dibujar por la mera satisfacción de hacerlo.

El invierno del dibujante, de Paco Roca

[Sobre la portada] Me encanta el sentido de espacio y tiempo de Roca. Toda la historia está aquí.

(…) El libro de Roca es una «novela gráfica» inteligente y bien escrita, pero disfrutando ahora mismo de lo vívido de sus dibujos, me da por pensar sobre uno de los problemas en el entorno de la novela gráfica. Con el creciente reconocimiento del medio como literatura, con su entrada oficial en los «estudios literarios», hemos visto una tendencia crítica a hablar sobre los libros cada vez más exclusivamente en términos de su estructura e inteligencia como textos narrativos, como «lectura» (o, a un nivel basal, simplemente como historia). A menudo veo que cosas muy valiosas son pasadas por alto. ¿Todavía disfrutan nuestros críticos de los dibujos por sí mismos, tal y como ciertamente hacían en los viejos tiempos sobre los que hablo más arriba?

– Y para terminar, un breve comentario sobre la Semana Negra.