Humor Blanco

Acabo de recibir el catálogo de la exposición sobre José Blanco (Josep María Blanco Ibarz, indica la portada) que puede verse en el Casal Solleric de Palma y, como de costumbre, es un tomo bastante impresionante. No he tenido tiempo de leerlo con calma, pero no me gustaría que quedara sepultado por los nuevos cómics que van entrando en casa sin haber hablado un poco de él. Como digo, es un tomo impactante, con sus 272 páginas, su gran tamaño y las abundantísimas reproducciones de páginas publicadas, chistes, portadas, ilustraciones, bocetos e incluso de indicaciones de color pintadas en el reverso de los originales, una curiosa técnica que desconocía. Para los despistados, comentar que Blanco fue dibujante de TBO desde principios de los años 50 hasta finales de los 70 practicando lo que el catálogo ha venido en calificar apropiadamente como “humor blanco”. A día de hoy, Blanco debe de ser uno de los pocos supervivientes de una etapa clásica del TBO y de nuestro tebeo, y sin duda esta exposición –y el catálogo que queda como documento– son auténticos eventos en la recuperación de la memoria de nuestra historieta.

Hojeando estas páginas es bastante evidente la evolución de Blanco desde un dibujo ciertamente rudimentario hasta la adquisición de un cándido estilo propio, pasando por la influencia patente de figuras como Benejam o Coll. Como también es habitual, el catálogo contiene abundantes datos biográficos e históricos articulados a través de los textos –en balear y castellano– de Florentino Flórez, con declaraciones del propio Blanco y de sus familiares. Como digo, a falta de leerlo no me atrevo a hacer un juicio sobre el contenido informativo del libro, pero la impresión a vista de pájaro es muy buena.

Blanco, que simultaneó su labor de historietista con el trabajo en un banco, era meticuloso en sus registros, y el libro recoge los siguientes datos referidos a sus colaboraciones en el TBO: “Según sus propias estadísticas, hablamos exactamente de 3.155 historietas y 31.762 viñetas, a las que hay que añadir las 537 historietas y 7.936 viñetas de La Familia Ulises”.

Esta exposición y este catálogo recogen una parte ínfima de la ingente producción de Blanco, pero también representan un homenaje necesario y una prueba de su huella en nuestros tebeos.

Y como una imagen vale más que mil palabras, aquí dejo algunas fotos del catálogo.