INTRODUCCIÓN
Hazte con un cuaderno de dibujo de tamaño libro (o libro de bolsillo). Escribe tu nombre y la fecha en una de las primeras páginas y, si acaso, piensa en un título –y, si quieres, escribe el título del libro en la portada. Conviértelo en tu doloroso compañero. El dolor se desvanece lentamente página a página. Rellénalo y haz otro. Empezar puede ser duro. No te rajes antes de empezar.
A lo mejor quieres dibujar de manera realista, o en perspectiva, o que parezca muy pulido –se puede hacer, y hay trucos y procedimientos para dibujar con más realismo si eso es lo que deseas. Pero dibujar muy realista y con refinamiento a veces produce dibujos muertos y sin interés –en relación, esto es, a un dibujo visceral, con encanto y esfuerzo pero sin gran refinamiento.
Puedes establecer todo tipo de reglas para tu realización artística, pero para comenzar un cuaderno de dibujo, tienes que abalanzarte y superar la fase de intimidación, garabateando unas pocas páginas, arrancándolas si es necesario. Desperdicia todas las páginas que quieras dibujando tres en raya esquemáticos o lo que sea, pintándolos de negro, simplemente garabatea. Con cada dibujo, serás mejor. Cada pequeño intento es un paso en la dirección de convertir el dibujo en parte de tu vida.
CONSEJOS
1. Subdivide rápidamente la página en un puñado de cuadrados dibujando una serie de líneas equidistantes verticales y luego una serie de líneas horizontales, de manera que obtengas entre 6 y 12 cuadrados o así en la página. En cada cuadrado y de la forma más simple posible, ve nombrando el objeto que te venga a la mente y dibújalo, sin repetirte. Si te parece divertido, sigue haciéndolo en las páginas siguientes hasta que te canses o no se te ocurran más nombres. Verás que tienes cierta habilidad para tipificar los objetos de tu mundo y que, en cierto modo, puedes dibujar cualquier cosa.
2. Elige uno de los objetos que te han venido a la mente y has dibujado y dedica una página a dibujar ese objeto con los ojos cerrados, empezando por la “nariz” del objeto (el perfil o la silueta puede estar bien) y siguiendo el contorno que ves en tu mente, describiéndote a ti mismo con todo detalle lo que sabes sobre el objeto. Puedes usar la mano libre para controlar el borde del papel y tu punto de inicio, de manera que puedas volver a la mencionada nariz. No te preocupes por las proporciones o por dibujar bien, aquí se trata de memoria y de mover tu mano para encontrar las formas que recuerdas. El dibujo será un desastre, pero si te tomas tu tiempo, verás que sabes del objeto mucho más de lo que pensabas.
3. Calca algunos dibujos que te gusten para ver mejor lo que hace el pincel o el rotulador del dibujante. Calcar te ayuda a observar más de cerca. Copia dibujos que te guste, no te vendrá mal.
4. A mucha gente (incluso a tus dibujantes favoritos), no les gustan sus dibujos tanto como quisieran. ¿Por qué? Porque es fácil imaginar algo mejor. Esto solo es ambición, que no es algo malo, pero si eres capaz de aceptar lo que haces, está claro que progresarás más rápido hacia un nivel más satisfactorio y, además, casi sin querer harás dibujos preciosos incluso si te avergüenzan.
5. Dibuja otro grupo de cuadrados y pasea por una o dos aceras documentando dónde se sitúan en el esquema las grietas, chicles, manchas, hojas y yerbas cortadas. Haz unos cuántos de estos. Así es como la naturaleza dispone y compone las cosas. Recuerda esas ideas. Están en tu cuaderno de dibujo.
6. Siéntate en algún sitio y haz pequeños dibujos rápidos de la gente que está tan lejos de ti que solo puedes cer grandes formas simples, o sus abrigos, bolsas, brazos, sombreros y piernas. Dibuja un montón de estos. Toda la gente se parece, pero no los reduzcas a simples formas asequibles.
7. Para mejorar en el dibujo de figuras, haz que alguien pose –o usa fotos– y haz dibujos lentos de manos, pies, codos, rodillas y tobillos. Dibujar todos los huesos del esqueleto también es bueno, porque te ayudará a ver cómo los huesos de brazos y piernas se entrecruzan y afectan a las formas exteriores de brazos y piernas. Cuando dibujes una cabeza de perfil, asegúrate de dejar suficiente espacio tras las orejas para la caja craneal.
8. Haz dibujos de línea simple para encontrar las formas generales, y dibujos más entonados observando la situación de la luz en tu sujeto. Esto es, de dónde viene la luz y dónde genera formas con la sombra, y dónde en ocasiones la luz se refleja en zonas oscuras.
9. Para dibujar lo que hay enfrente de ti, elige el objeto que está en el centro de tu dibujo y colócalo en el centro de la página. Después añade cosas al dibuja desde el centro hacia el exterior.
10. No te preocupes por el estilo. Se irá deslizando en ti y llegará un momento en que tendrás que deshacerte de él para poder ir más allá. Sé como río y acéptalo todo.