El fuego (Miguel B. Núñez)

El fuego - portada

El fuego (Miguel B. Núñez). ¡Caramba!, 2013. Rústica con solapas. 15 x 21 cm. 104 págs. B/N. 12 €

Miguel B. Núñez viene desarrollando una actividad creativa incesante en la última década larga: nombre habitual de fanzines y revistas como NSLM, El Manglar, Usted o Dos Veces Breve, en el último año ha publicado dos cómics: King Egg (Una china en mi zapato, 2012) y Los caballos (Bang, 2012).

Es un autor dado a un humor personal, que se mueve en un abanico de estilos gráficos sintéticos pero más o menos detallados según el caso, que se encuentra igual de cómodo con el color o el blanco y negro, o con el cómic mudo o con palabras. Pero en su nueva obra publicada por ¡Caramba!, El fuego, elige reducirse a su mínima expresión: personajes y escenarios minimalistas, a base de líneas desnudas, en una plantilla de seis viñetas invariable, sin más palabras que unas pocas interjecciones.

El resultado es tremendamente fresco. A veces parece que Núñez está improvisando esta historia, con la que, se nota, se lo está pasando en grande. ¿De qué va? De sexo, del sexo lúdico como motor de la humanidad, encarnado en una serie de personajes que viven en un bosque o selva campando desnudos y follando sin complejos ni compromisos, aunque se tengan que enfrentar a la intransigencia de la gente civilizada que vive en casas y va vestida, y, por supuesto, a ese fuego misterioso y terrible —¿dios?— que no para de crecer y amenaza con destruirlo todo.

El fuego - 03

La ausencia de palabras parece abocar a Núñez al slapstick en muchas escenas de caídas y trompazos, pero más allá de ellas, lo cierto es que no he leído El fuego como un cómic de humor. Sí transmite una alegría enorme, pero para mí ha sido, sobre todo, una epopeya épica que gira en torno al sexo, al sexo como poder imparable y fuente de placer, felicidad y progreso. Frente al oscurantismo y los tabúes, la libertad de estos personajes anónimos que corretean de un lado a otro entre polvo y polvo se alza como el arma más eficaz.

Por lo demás, El fuego es un libro divertido pero menos ligero de lo que parece en un primer vistazo. Y es además uno de los cómics más excitantes que he leído últimamente: las escenas de sexo son maravillosas. Y la edición de ¡Caramba! perfecta para el contenido: un libro pequeño con una cubierta de discreto rosa fosforito. Genial.