En los años ’80, una editorial de nuevo cuño, Pacific, ofreció a Kirby el control absoluto sobre su trabajo, manteniendo la propiedad de los personajes que crease y recibiendo los royalties generados. Así nació Captain Victory and the Galactic Rangers, aunque tampoco obtuvo el éxito esperado. Probablemente debido a su edad, las temáticas que Kirby abordaba en su trabajo ya no eran del agrado del público juvenil, y poco a poco fue perdiendo su favor. Tampoco hay que olvidar que a mediados de los ’80 se publicaron Watchmen y Batman Dark Knight, y que algunos de los conceptos que Kirby manejaba parecían quedar bosoletos en favor de la nueva moda superheroica. En cualquier caso, fue una época movida para Kirby, que mantuvo una dura pelea con Marvel por la recuperación de sus originales, apoyado por gran parte de los artistas de la industria. El debate se saldó con la devolución por parte de Marvel de más de 2.000 originales a su propietario, evidentemente muchas menos de las que había producido para ellos.
Jack Kirby, trabajador incansable, alimento para la imaginación de varias generaciones, inspiración para sus colegas, genio y figura, padre nuestro que estás en los cielos, ARTISTA.