Japan War 1945. Lazy Hagiwara, con la colaboración en el plan original de Daisuke Satou. Glenat, 2007. 224 págs. B/N. 8,95 €
Que la guerra la escriben los ganadores, no es un secreto ni en estos tiempos que corren ni en ningún otro, porque guerras ha habido durante toda la historia y, por desgracia, parece que seguirán existiendo. Pero de un tiempo a esta parte, parece que se está intentando dar una nueva visión, pero sin pasarse tampoco, claro: no se va a entrar a analizar causas ni motivos, a ver si van a salir malparados algunos dirigentes que se tienen por héroes nacionales, aunque sí se va intentando cambiar el prisma. Sin dejar de decirnos que los malos son los malos, se destacan historias personales de alguno de los soldados del bando enemigo. Tramas que nos descubren que en el otro lado también había personas con sentimientos y, además, tan cercanos a los nuestros que nos resulta fácil identificarnos con ellos y sus circunstancias. Para reflejar esto, nada mejor que una foto familiar o una carta dirigida a una madre, rescatados del bolsillo del enemigo que acabamos de derribar.
De todo esto, foto incluida, hay en este Japan War 1945, editado por Glenat (en el mismo estilo y formato que obras suyas mucho más conocidas y de mayor repercusión, como La Espada de Inmortal) escrito y dibujado por Lazy “Keiji” Hagiwara, inspirándose en relatos e historias originales, anécdotas, películas japonesas y encargos de la propia editorial, a los que fue dando forma en colaboración con Daisuke Satou, para formar dos historias que conforman este volumen único y que, a su vez, se completa con datos técnicos, dibujos, esquemas y fotografías de diaporamas de los aviones y tanques que aparecen en las dos tramas, que harán las delicias de los amantes de los temas relacionados con la II Guerra Mundial, con el aliciente de esa aportación de datos sobre los aparatos japoneses, de los que había muy pocos datos, hecho que también destaca el propio autor y maquetista declarado.
Portada Original japonesa
Contraportada de la edición de Glenat, con los títulos de las dos historias y dibujos esquemáticos de la maquinaria de guerra
Ambas historias tienen lugar en los últimos tiempos de la guerra, cuando hasta el soldado de rango más bajo sabían que el bando japonés saldría perdedor. La primera de estas dos, titulada Abril / Sobrevolando la capital imperial «Between heaven and hell» (Entre el Cielo y el Infierno), nos pone en la piel de uno de los pilotos de los aviones de combate nocturnos (y según nos explican con un modelo que nunca llegó a usarse en la guerra real) y el modo en que debe enfrentarse con el destino que indudablemente le acecha, al mismo tiempo que trata de asumirla muerte de un compañero, situación que le hace más palpable la posibilidad de su propia muerte.
En la segunda historia, Agosto / La estepa de Manchuria «97 overdrive», nos encontramos ante una situación que, de nuevo, nunca sucedió en la contienda. En Manchuria, los rusos nunca se enfrentaron con los japoneses con tanques ni con carros blindados, aunque la acción queda situada en un marco real: un periodo en el que el Ejercito Imperial se retiraba del territorio, abandonando sin ayuda a sus tropas.
En las dos historias, el trabajo de documentación es muy exhaustivo con todos los detalles de la maquinaria de guerra, los uniformes, armamento y localizaciones, cobrando un protagonismo casi absoluto en el apartado gráfico: durante la historia y en los apéndices mencionados, con dato técnicos que harán las delicias de los entendidos y forofos en estos temas, pero que no pasan de mera curiosidad para el resto de los lectores. Como excusa y fondo para este lucimiento, nos presentan a los protagonistas, personajes con el carácter sobrio, disciplinado y en apariencia falto de expresión típicos que se le supone a los japoneses y más en esta época, llevados por un estricto código de honor, que les hacía parecer impasibles ante diversas situaciones: ya sea enfrentarse al enemigo o al amor, que aparece como sustrato final de cada historia y que da sentido y aporta la dosis de esperanza a la obra.
Por todo ello, lo considero un manga muy enfocado a un determinado público y que dejará indiferente a toda aquella persona que se acerque buscando algo más que datos técnicos e históricos, como bien podría haber sido el profundizar más en el caracter de los personajes.
Interesante, pero no resiste una purga por motivos de espacio
Mar