Krazy Kat en la escuela

Soy profesor de prácticas en el colegio bilingüe Ramiro de Maeztu, en Madrid. Un día decidí pintar en la ventana de clase para probar unas ceras especiales para cristal que había comprado, haciendo un bocadillo en el que se puede leer ‘keep on studying folks’. Cuando los chavales llegaron a clase se soprendieron, preguntaron qué era eso y que si haría más. Se me ocurrió decirles que dependía de ellos, que si se portaban bien iría haciendo un pequeño dibujo cada día.

Vi la disposicion de las ventanas (tres pares y dos laterales en los extremos) y me dio un chispazo en la cabeza y se me ocurrió aprovechar la superposicion de ambas. Hice un boceto en un papel y día tras día (si se portaban bien) había dibujín.

Y así hasta hoy, que lo he terminado.

Además de haber conseguido que mejoraran algo el comportamiento, lo que más ilusión me hace es que ahora conocen a estos personajes. Y ya tengo ideadas los otros dos pares de ventanas.

Pablo Gómez Lillo, profesor en quinto de Primaria, ha dado la vuelta a la tortilla y en lugar de preguntarse qué podía hacer el cómic por él, se ha preguntado (como decía el amigo Óscar Palmer) qué podía hacer él por el cómic. Y por los chavales de Primaria.






Y ahora… superponiendo las dos ventanas…



¡Gracias, Pablo!