Rústica con solapas. 17,3 x 24,5 cm. 64 págs. Color. 7 €
Nos anunciaban los Malavida una novedad para el Saló de Barcelona, con un título tan malavidero como Los Mediamierdas. ¿Cómo reisitirse a dejarse caer por su stand para comprarlo?
Y aquí es donde comienzan las visicitudes del fan comprador: ¿dónde rayos está su puesto? La reorganización del Saló ha movido los lugares habituales de ciertas paradas: cosas de la crisis, tal vez. Pero, aún así, los encontramos. Allí están, los Malavida casi al completo, con su combustible habitual, aunque algo quemados. La súpernovedad tan anunciada como deseada no está disponible para el evento porque la imprenta no ha dado bien con los colores. El disgusto se deja notar, pues este prolífico colectivo contaba con la baza de su particular y único slice of life para petar las ventas (o al menos, intentarlo). No ha podido ser. Cuenta, tan sólo, con unos cuantos ejemplares y nos los muestran, con gran dolor de sus acuarelas, a las que no hacen justicia. Y es cierto, les falta color, esos tonos vivos y repicantes, señas de la casa, pero que ya ha sido corregidos, por lo que los fans podremos disponer de la edición corregida en los puntos de venta habituales.
Y prepárense a reir.
Cierto es que, a poco que se haya pasado un ratico con los Malavida, conocerán (o habrán sufrido, que de todo hay) alguna de las anécdotas que cuentan en este primer volumen, y si ya son divertidas contadas al natural, al verlas reflejadas en el tebeo, alcanzan la categoría de míticas: Chefo -a tope- y su vida en Mallorca; la pequeña chussnorris Iru; las -bajas- pasiones de Dionisio Platel; el discurso de Xcar; Moratha y el celofán; las historias de La Historia del Punk de Kalitos… entre otras, donde se encuentran, además, apariciones estelares de fans y amigos de esta tropa. Así que… ¡cuidado! Lo mismo apareces en el próximo tomo de Los Mediamierdas y puedes presumir de cómo antes tú tenías una buena reputación. Eso sí, hay que reconocerles que saben cómo hacer sonreir y, por momentos, reir a carcajada limpia, algo que se agradece y que es necesario en estos tiempos que corren.
Sólo podemos agradecer que sea el Volumen (brutal-a tope) I, lo que nos hace sospechar y esperar un segundo que nos haga pasar un rato tan bueno como con éste: sin duda una de las no-novedades de este Saló recién terminado.