Harvey Pekar a menudo se mostraba en sus cómics como un tipo gruñón, tacaño y amargado. Como medio para escapar de esa rutina que empañaba su vida, Pekar hablaba por teléfono con sus amigos, hcía cómics y escuchaba jazz. Esta última afición fue la que le puso en contacto con el también melómano Robert Crumb, ya que Pekar desde 1959 trabajaba como crítico musical. Ese trabajo extra a menudo era un complemento monetario para llegar a final de mes, una vía de escape para su abúlica vida, y alimento para sus historietas. En la siguiente historia, escaneada de nuevo de Best of American Splendor (Ballantine Books, 2005), Joe Sacco ilustra un guión en el que Pekar relata brevemente su historia como crítico musical.
Y a continuación, otra historia escaneada del mismo libro y dibujada por Sacco, pero un tanto peculiar dentro de la producción de Pekar, o al menos de la que nosotros conocemos, ya que en lugar de centrarse en algún momento de la vida de Pekar, funciona como una especie de investigación literaria sobre James Joyce.
