Entrevista con Jacques Tardi

Entre el material promocional que nos envió Factoría Interactiva para el concurso de Adèle y el misterio de la momia (clic en el banner ad hoc en la barra lateral izquierda) se encontraba una entrevista con Jacques Tardi en torno a Adèle Blanc-Sec en la que el creador del popular personaje revela algunos detalles sobre su creación y su personalidad y donde también opina sobre la película. Hela aquí.

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¿Dónde obtuviste la idea para el personaje de Adèle-Blanc-Sec?

La editorial de historietas Casterman vio mis primeros trabajos y me asignó una serie. Yo necesitaba un personaje principal. Siendo honesto, no tenía muchas ideas. Era la década de 1970, y en ese entonces me apoyaba más en álbumes independientes. A pesar de ello, el concepto era atractivo, por lo que comencé a estudiar varios héroes de historietas, que eran en su mayoría personajes masculinos: corredores de coches, aviadores, soldados, vaqueros y policías, con muy pocos personajes femeninos excepto por Bécassine, una doncella provinciana que ni siquiera tenía boca, y Barbarella, en un registro bastante más erótico. De aquí saqué la idea para el personaje femenino, que sería igual a todos estos héroes masculinos.



Siempre me he interesado en las novelas que fueron muy populares en los siglos XIX y XX. Uno de los personajes más famosos en Francia fue Arsène Lupin, que hizo su primera aparición en 1910. Como resultado, decidí que mi heroína sería una contemporánea suya.

También estaba la cuestión de lo que ella podía hacer como trabajo porque, cuando la observas más de cerca, la mayoría de los héroes de historietas, excepto los soldados no tienen una profesión claramente definida. Nunca los verá trabajando, no sabes cómo se ganan la vida o cómo viven realmente. Por supuesto, mi heroína no iba a ser contratista de un edificio, pero ella podía hacer el mismo trabajo que yo y, transpuesta a 1910, significaba que ella sería escritora de novelas de serie.

De vez en cuando, la vemos en su máquina de escribir, o con su editor, y ella habla acerca de su trabajo. Incluso si no la vemos trabajando muy a menudo, esto nos da una indicación de su estilo de vida y de su nivel de vida. Ella no proviene de una familia adinerada; ella es una mujer independiente que trabaja para vivir y es decididamente moderna, no corresponde en lo absoluto a la mentalidad de las mujeres de la época.



Por último, necesitaba un lugar. Utilizo locaciones en París porque me gusta dibujarlas. Me gustan mucho los museos porque me inspiran y, en particular, los jardines botánicos con sus techos de vidrio, los exhibidores y toda la parafernalia científica que contienen.
De esta forma, tenía a mi personaje y el punto de partida de una historia, los jardines botánicos y, me gustaría señalar que mucho antes que Parque Jurásico e Indiana Jones, tenía un huevo de pterodáctilo de 136 millones de años de antigüedad que iba a salir del cascarón para sembrar el terror en París en la década de 1900.

¿De dónde proviene la dimensión de fantasía en Adèle Blanc-SEC?

Fritz Lang, para el aspecto de la fantasía y Julio Verne, para el aspecto de «inventar cosas de la nada», lo que resulta en una combinación bastante poética y científica de situaciones impresionantes y de historias fantasiosas que te transportan a otros mundos de una manera casi infantil.

¿Creías que Adèle Blanc-Sec podía transformarse en una película?

Tan pronto como se publicó el primer álbum, los japoneses querían hacer una serie de dibujos animados, pero los cambios que querían hacían que la adaptación fuera imposible. Un estudio estadounidense también estaba interesado. La adaptación de estos era tan «americana» que mi heroína y su mundo perdían su identidad, así que el proyecto no siguió más allá. Más tarde, varias empresas de producción de TV mostraron interés. Por último, hace diez años, Luc Besson me llamó.

¿En general, el guión es fiel al espíritu de sus libros de historietas?

Básicamente, diría que no, que no lo es, porque tienes que aceptar que una adaptación es una traición, y después de adaptar gran número de novelas a un formato de historietas, sé lo que estoy diciendo. Cuando se cambia de formato, cambias el medio de expresión y la forma en que cuentas una historia es diferente. Un libro de historietas es una sucesión de imágenes fijas, de instantáneas que narran una historia, a las que el lector puede volver a o quedarse más tiempo. En una película, el director controla el tiempo, establece el ritmo, decide tener un primer plano de una cara, de un objeto, etc.

Luego está el concepto de las series. Cuando comienzo a trabajar en una historia, nunca logro quedarme tranquilo, generalmente van saliendo cosas en direcciones distintas. Al final, a menudo caigo en el viejo truco de las novelas en serie: «continuará». Al mismo tiempo, implícitamente les prometo cosas a los lectores sin saber si realmente podré cumplir mis promesas. En las películas, es diferente. Necesitas un final, a pesar de que dejes abierta la posibilidad de una secuela. La narrativa funciona de diferentes maneras en las películas y en los libros de historietas.



La diferencia es aún más evidente en el tratamiento de los personajes. En una película, un personaje menor o un extra no puede de repente asumir importancia sobre un personaje principal, mientras que, en un libro de historietas, si pueden hacerlo. A veces me permito tomar un enorme desvío a través de personajes muy secundarios que de repente se vuelven muy importantes para la historia, simplemente porque disfruto dibujándolos. Eso es exactamente lo que le sucedió a la Edith Rabatjoie. Inicialmente, Las extraordinarias aventuras de Adèle Blanc-Sec iba a llamarse Las aventuras de Edith Rabatjoie. Fue sólo que no disfruté dibujando al personaje y cuando Adèle apareció en la historia para secuestrarla, también asumió el papel principal en la serie.

En mi opinión, lo único que las películas y los libros de historietas tienen en común son las imágenes.

La actriz tenía que ser capaz de penetrar en la personalidad de Adèle, para convertirse en Adèle psicológicamente y mostrar las mismas características mentales. Habría sido ridículo elegir una actriz únicamente porque se pareciera a la Adèle que yo dibujaba, especialmente si tomamos en cuenta de que su físico evolucionó a lo largo de la serie: la Adèle de los primeros álbumes es bastante diferente de la Adèle de los últimos álbumes. Poco a poco, ella cambió, se convirtió un poco en una caricatura, su nariz se hizo más respingona, todo porque no me gusta sufrir cuando estoy trabajando. Algunos artistas del cómic hacen bocetos muy precisos y luego les aplican la tinta. Yo hago bocetos muy básicos que solo toman forma cuando les aplico tinta, retocando y agregando color. Como resultado, mis personajes cambian y se desarrollan de forma gradual. Yo diría que Louise Bourgoin fue una excelente elección porque su actuación refleja el espíritu del personaje. En la pantalla, ella se convierte en la alegre, independiente e inquisitiva heroína, que resulta ser bastante anacrónica en relación con sus tiempos.



¿Los escenarios tienen una importancia particular?

Los escenarios y las locaciones son esenciales. Las extraordinarias aventuras de Adèle Blanc-Sec están ambientadas justo antes de la primera guerra mundial en escenarios muy cargados, en apartamentos donde no hay ni un solo centímetro cuadrado de espacio libre. Me gustan las locaciones que se desbordan porque siempre es más interesante dibujar una silla vieja o una mesa de bistro antigua con las piernas muy ornamentadas, que una mesa de formica. Yo prefiero dibujar edificios del siglo XIX, en lugar de construcciones modernas, para las que tengo que trabajar la geometría, algo que me molesta mucho. En mis historias, la decoración es también un elemento que se agrega a la narrativa, como la momia que forma parte de la decoración y se convierte en un personaje de la historia. También necesito objetos que representan la acción que estoy describiendo. No tengo la misma flexibilidad como escritor. En realidad, me enfrento a los mismos problemas que un diseñador de escenarios de película.



Mathieu Amalarico dice que para él la serie de historietas tiene un contenido «muy sexual». ¿Qué te parece?

Por supuesto, muy pronto nos planteamos la cuestión de la sexualidad de Adèle, pero tienes que volver al contexto de la época en la que escribí los primeros álbumes. En la década de 1970, no había manera que poder mostrar a Adèle teniendo sexo, por lo que he intentado eludir el problema con un enfoque alusivo. Por ejemplo, nos damos cuenta de que ella quiere salvar a Lucien Ripol de la guillotina, porque lo ama. Pero también está la secuencia en la que Zborowsky, que está enamorado de Adèle, tiene un sueño en el que ella está semi desnuda corriendo hacia la cima de un acantilado rodeado de animales prehistóricos. No se trataba de un intento de erotismo, sino de contar con una heroína que fuera definitivamente muy moderna para su tiempo; parecía natural que ella tuviera una vida sexual. En la representación del personaje, la única imagen ligeramente erótica de Adèle es cuando está en la bañera. Es una pausa dentro de la historia. Adèle medita acerca de las cosas en la bañera y fue un placer para mí dibujarla así.



En el libro de historietas, Dieuleveult odia a Adèle, ¿pero no es cierto que se siente claramente atraído por ella?

Resulta evidente que los malos que intentan atrapar a Adèle también se sienten atraídos por ella. A mucha gente le gustaría deshacerse de ella, pero ella es imposible de matar, y esto me ayuda a mantener la historia. Todo el mundo tiene un motivo para atraparla: a veces no por causa de algo que haya hecho, como el episodio en el que un dentista le coloca un relleno utilizando una aleación especial utilizada por los malos que desean vulnerar una caja de seguridad. Me gusta jugar con situaciones como esta.

En la película, ¿no es resulta más ambigua la relación entre los dos personajes?

Muy probablemente, pero podría ser Dieuleveult fomentando el odio hacia Adèle lo que enmascara la atracción. Algunos personajes odian a Adèle desde el principio. La llaman «esa mujer Blanc-Sec». Los científicos, por ejemplo, que llevan todos la palabra «dieu» (Dios) en sus nombres: Dieuleveult, Esperandieu, que es una forma de burlarse de ellos porque todos piensan que son seres superiores trabajando por el bien de la humanidad. A los oficiales de policía, como Caponi, no les gusta Adèle tampoco. Y luego están otros personajes menores, más ambiguos, algunos de los cuales provienen de otros álbumes.

Por lo general, me parece más interesante contar con científicos locos, como el que aparece en uno de los episodios finales de Adèle y que muere en un accidente casi de inmediato, o los chicos malos. Alfred Hitchcock solía decir que una película era buena sólo si tenía a un buen tío malo.



¿Crees que la serie tiene un mensaje político?

No, solo es lo que lees todos los días en los periódicos: oficiales de policía y políticos corruptos, una lista realmente aterradora. Adèle es una anarquista: ella no tiene ningún Dios y ningún maestro. Ella sospecha increíblemente de las instituciones con poder. Pero Adèle no es de ninguna manera un libro de historietas político. Ese no es realmente el punto de la misma.

Todos tus personajes tienen características físicas extremas. ¿Por qué?

Es cierto que tienen una cierta belleza desconcertante, pero me gusta dibujar personajes de esta manera, con los pómulos altos, narices puntiagudas y vestidos de negro. ¡Es la influencia del cine alemán expresionista en mi arte y fluye fácilmente desde mi lápiz! Obviamente, el llevar esto a la vida en la gran pantalla requiere mucho trabajo de maquillaje.

Cuéntanos acerca de la hermana de Adèle…

En el libro de historietas, Adèle descubre la existencia de su hermana muy tarde, y desarrollan una inmediata aversión la una por la otra. Mireille (Agathe en la película) está convencida de que Adèle, su hermana, quiere robarle a su novio, algo que es completamente falso. Así que, ¿por qué presentarnos a la hermana? Necesitaba otro personaje femenino que fuera muy diferente a Adèle y también quería introducir un elemento de la familia que desestabilizara a Adèle, de la misma manera de que quería demostrar que ella tenía un empleo. Es un medio para anclar a los personajes a la realidad y a sus raíces.



¿Por qué Adèle siempre lleva un abrigo verde?

Debido a Bécassine, que fue el primer personaje de cómic femenino a comienzos del siglo XX. Adèle es una especie de anti-Bécassine, y ella es pelirroja, por lo que los colores coinciden maravillosamente.

Pronto será el lanzamiento del décimo álbum de Adèle. ¿Nos puede decir algo acerca de esto?

Sí, voy a lanzar el décimo y último álbum, porque creo que la serie necesita llegar a una conclusión. Siento la necesidad de terminarla.

¿Cuáles fueron sus sentimientos en el set?

Sentí gran admiración por Luc Besson y el fuerte sentido de que es mucho más fácil darles vida a los personajes ¡en el papel!