Miller al habla



Frank Miller se somete al «tratamiento NYC Graphic», es decir, una entrevista-reportaje aderezada con interesantes retratos fotográficos realizados por Seth Kushner. El artículo se ha dividido en dos partes, una dedicada principalmente a las «damas, caballeros oscuros, demonios y héroes» y la otra al «pasticehe, la dirección cinematográfica y el futuro«. Como ya hablamso en su momento sobre el proyecto en el que está trabajando, Holy Terror, nos saltamos esa parte y alguna anécdota ya conocida sobre sus inicios y hacemos la transcripción parcial de otros fragmentos de la entrevista.

Walt Simonson y, especialmente, Howard Chaykin, fueron quienes me introdujeron en los cómics europeos. Después, a través de una novia, Laurie Sutton, descubrí los cómics japoneses.

Cuando se le pregunta sobre la posibilidad de que vuelva a trabajar Daredevil, contesta:

Es muy gracioso… si me lo hubieras preguntado hace unos pocos años, te había dicho que no sobre Batman, sobre Daredevil y sobre cualquier otra cosa. Ahora, me estoy dando cuenta de que tengo un amor eterno por esos personajes. Con Batman ya sé que es lo próximo que haré. ¿Y con Daredevil? Aparecerá y llamará a mi puerta cuando llegue el momento adecuado.

Sobre Sin City:

Por aquel entonces yo era pusilánime. Le dije honestamente a Mike Richardson [editor de Dark Horse] (y teníamos un acuerdo de reparto de ganacias) que estaba dispuesto a compartir las pérdidas si esto no daba beneficios. Dije, «Mira, simplemente voy a complacerme a mí mismo. Este será el cómic que siempre he querido hacer».

Simplemente dije, «me importa una mierda». Voy a hacer exactamente el cómic que quiero hacer. No me preocupaba si tenía éxito o no, y lo tuvo más allá de mis expectativas.

Sobre las similitudes entre Sin City y la obra del escritor de hardboiled Mickey Spillane.

Cuando conocí a Mickey Spillane, estaba sentado junto a él en un acto público en una convención. Alguien me preguntó cómo se iba a llamar mi próximo libro, y yo dije The big fat kill, y sentí ese gran pedazo de roble golpear mi pecho (era su codo), porque sabía que era una referencia a su libro The big kill. Nunca fue menos que un absoluto caballero al respecto.

Al ser preguntado por la definición del «héroe milleriano»:

¿Tienes una semana? Es alguien definido por su virtud. Puede ser torturado, puede odiarse a sí mismo, pero siempre hace lo correcto. Todo se remonta a cuando yo era pequeño y estaba en la cocina de mi madre. Había ido al cine y visto a esos 300 espartanos. Yo me había sentado con mi hermano dos filas de asiento por delante de mis padres, porque eso molaba. Le dije a mi hermano: «Steve, ¿van a morir?» Y me dijo: «No lo sé». Me volví hacia mis padres y les pregunté: «¿Van a morir los buenos?». «Eso me temo, hijo». De ahí en adelante, mi concepto del héroe era el de alguien que hace algo porque es lo correcto, no porque le vayan a conceder una medalla.

Sobre la recompensa al heroismo:

Para mí, cuando al final de Star Wars Luke Skywalker recibe su medalla, es un momento bastante hueco. El gran momento de Luke Skywalker está en la tercera película, El retorno del Jedi, cuando avanza con total autoridad y dice «vas a morir». Después, simplemente hace eso increíble y alucinante donde R»-D» le lanza el sable láser. Está en su salsa. Incluso cuando Leia estrangula a Jabba el Hutt, la película me hace decir «¡soy fan!».

Sobre Batman. El contraataque del caballero oscuro:

Quería volver a capturar el tono de DC de la época en que yo estaba creciendo. Hice deliberadamente una línea muy cruda y me empleé a fondo para capturar eso. Lynn [Varley] estaba haciendo esa aproximación tan rara al color por ordenador, que yo, personalmente, encontraba deliciosa. Ella dijo, «yo he pintado, y te voy a enseñar lo que puede hacer un ordenador, cuando todo el mundo está usando el ordenador para imitar la pintura.» Ella era mucho más audaz que eso, y mucho más artística.

Sobre Superman en ese mismo cómic:

Ya no es el personaje de la Segunda Guerra Mundial que ondea la bandera, ahora es padre, así que tiene que decir cosas como «nunca con los humanos, son demasiado frágiles». Ha abrazado su avanzada edad (es un sesentañero). Me pareció el personaje más fascinante de toda la serie… Creo que yo quería llegar hasta ese momento en que Superman toma el helicóptero. Tuve mucho cuidado, como autor de cómic responsable, de hacer que todo el mundo saltara en paracaídas. Me enamoré de Superman, y después me enamoré totalmente de Lara, porque creo que es un personaje muy peligroso. No es una chica buena. Es una perra. Es como Elektra, y es uno de esos personajes que no ideas con la intención de que sean una buena persona. Ahí está, la hija de Wonder Woman y Superman, y mira a su alrededor y dice, «¿Qué es lo que no funciona en este mundo?».

Sobre la influencia de Steve Ditko, creador de algunos de los personajes del cómic como The Question:

Di en el clavo cuando le hice decir «no soy la respuesta: soy The Question [La Pregunta]. Ese era el tema de The Question. ¿Dónde estamos? ¿En qué creemos?

Cuando te fijas en el trabajo de Ditko, lo que ves es un sofisticado conocimiento de la anatomía. Como me mostró Jim Shooter por primera vez, fue el primer artista en mostrar que la espalda queda más atrás que la cara cuando alguien mira hacia atrás. Si te fijas en esa secuencia increíble con Stan Lee en la que Spider-Man levanta esa cosa enorme de su espalda, y se tiene que preocupar por su tía y el tío Ben, y luego levanta todo sobre su espalda… es un estudio de dibujo anatómico genial.