Dibujando sin red



En mis páginas apenas hay boceto. Unas lineas muy finas a mano alzada delimitan lo que serán las viñetas y unas sutiles marcas de encaje me dicen donde irán los personajes, en que dirección están los cuerpos (esto ayuda a la composición) y si lo que prima es la expresión, esbozo el rostro y me olvido de todo lo demás. Hay poco lápiz en mis páginas. Y suelo borrarlo antes de empezar a dibujar con el rotulador, porque me molesta. Como le escuché decir en una ocasión a Carlos Vermut: Prefiero dibujar diez veces la misma página del tirón que tener que estar borrando el lápiz cada dos por tres.

Mireia Pérez describe su proceso de trabajo en La muchacha salvaje, proyecto ganador en la última edición del Premio Internacional de Novela Gráfica FNAC/Sins entido.