La portada de la discordia



Esta fue la portada realizada por Robert Crumb que rechazó The New Yorker y que motivó la decisión del dibujante de no trabajar más para la revista donde ya había publicado previamente. Tras verla nos preguntamos, ¿cuál era el problema? ¿No era suficientemente Crumb? Nadie lo sabe, porque el editor en jefe, David Remnick, nunca dio una explicación al autor. Crumb, entrevistado al respecto, en Vice.