Diamond Flash. Historias caleidoscópicas (VVAA)

Diamond Flash. Historias caleidoscópicas (VVAA). Psicosoda Films, 2012. Cartoné. 14×19 cm. 72 págs. Color y B/N. 19,45 € (se vende junto al DVD de Diamond Flash)

Diamond Flash es el primer largometraje de Carlos Vermut, un joven director —y dibujante de cómics— que ha demostrado que las cosas pueden hacerse de otra manera, que hay un camino alternativo dispuesto para quien tenga el valor de recorrerlo. Diamond Flash es una película autoproducida, valiente, compleja, que huye de lugares comunes y exige del espectador una interacción esencial, porque dista mucho de dar todas las claves para entender lo que se cuenta. No quiero extenderme más porque ya escribí ampliamente sobre ella en su momento, pero creía necesario llamar la atención sobre esto: es una película de incertidumbres, puntos oscuros y un universo posible de interpretaciones que la convierte en una obra fascinante, que obsesiona. Ahora que la película se publica en DVD, se ha incluido un libro en tapa dura con un compendio de historietas breves, que, en principio, podría pensarse que vienen a cubrir esos huecos que la película deja conscientemente. Pero eso habría sido demasiado fácil.

            No es del todo falso decir que las páginas de Historias caleidoscópicas aportan información adicional para entender mejor el film, pero tampoco totalmente cierto. Porque todo lo que se cuenta tiene siempre un carácter alternativo a la película, una de muchas explicaciones posibles a sus incógnitas. O al menos ésa ha sido la sensación que he tenido leyéndolo. Y eso cuando directamente los autores no juegan a inventar a partir de su universo historias propias. Así que lo que leemos podría ser parte de Diamond Flash, pero tal vez no lo sea. Y el resultado funciona a la perfección, porque de eso se trata, de seguir dejando en manos del espectador/lector decidir la versión final. Frente a la tentación de explicar, los diferentes autores optan por continuar en su línea sin resolver ninguno de los misterios del todo.

            Por lo demás, el libro reune a algunos de los autores más importantes del panorama español, de estilos totalmente diferentes, lo que convierte Historias caleidoscópicas en una colección caótica y variadísima. Uno de los mayores atractivos del tebeo es que se incluyen las brutales páginas dibujadas por David Sánchez que pueden verse al inicio de la película. Santiago García y Pepo Pérez optan por imaginar un interesante crossover entre su Titán y el héroe que aparece en Diamond Flash, mientras que los autores más humorísticos, como Manuel Bartual o Paco Alcázar, se centran con sus dos excelentes aportaciones en cuestiones aparentemente más banales dentro de la trama de la película; y digo aparentemente porque no se puede dar nunca nada por sentado aquí. David Rubín hace suyos los personajes de la película en una de las aportaciones más libres y personales del tomo, mientras que Mireia Pérez da su particular visión de una las incógnitas clave —que no voy a desvelar aquí—, con unas ilustraciones que son de lo mejor que he visto suyo. Javier Olivares y Santiago García de nuevo firman «Los animales prehistóricos», quizás la historia que más me ha gustado de todas. Enrique Lorenzo traza una insólita y nueva relación entre dos personajes, John Tones y Guillermo Mogorrón optan por la reformulación en clave de pulp, Puño se adentra en la trastienda de la serie de animación infantil que aparece en el film, y Néstor F. cuenta una pequeña historia que se inserta en una mayor contada en Diamond Flash. Carlos de Diego elige mirar a la ficción desde fuera, e imagina cómo sería el remake de Hollywood, usando al propio Vermut como protagonista. Jorge Monlongo se encarga de una bonita ilustración central a doble página que da forma a un sueño mencionado en la película, y Miguel B. Nuñez cierra el volumen con una página que enlaza con las primeras de David Sánchez.

            En conjunto, es un libro muy jugoso, para leer, eso sí, una vez se ha visto Diamond Flash. Es un complemento perfecto a la película, que sólo puede adquirirse junto a ésta —a un precio muy bueno, todo hay que decirlo— y que aporta no sólo la posibilidad de leer páginas inéditas de algunos de los mayores talentos del cómic, sino también engañosas respuestas que en realidad son nuevas preguntas, porque en el fondo lo contado no es más que las hipótesis de sus autores. Misterios que nos turbarán porque, como reza la cita que cierra Historias caleidoscópicas, somos débiles porque tratamos de comprender cosas que no tienen explicación. Y quizás ahí está la clave para (no) comprender Diamond Flash.