Fantomas, Cortázar y los vampiros

fantomas


Julio Cortázar será recordado por siempre como uno de los más grandes escritores de lengua hispana de todos los tiempos. Y bien merecido que se lo tiene. Siempre gustó de convertir sus emotivos y muchas veces filosóficos escritos en juegos para de este modo conseguir la interacción del lector con los libros. Ahí están 62/Modelo para armar o la impresionante Rayuela, las delirantes Historias de Cronopios y de Famas o Un tal Lucas, donde trata de romper con la forma para llegar a una especie de meta-literatura. Vamos, más o menos lo que McCloud llamaría un formalista.
Cuenta la historia que en 1975 cayó en sus manos un cómic de la editorial Novaro en el que Fantomas, el clásico personaje del pulp francés, indagaba acerca de la desaparición e incineración libros, y a lo largo de sus pesquisas se ponía en contacto con distintos intelectuales, entre ellos el mismísimo Cortázar. El autor, por aquél entonces integrante junto con otras personalidades políticas y culturales del Tribunal Russell II, un organismo internacional dedicado a denunciar los abusos contra los derechos humanos, decide conjugar en un cuento la crítica política con el cómic, y escribe Fantomas contra los vampiros multinacionales. Podéis leer este delirante cuento aquí.