La Perdida (Jessica Abel)

laperdida_cvr
La Perdida (Jessica Abel). Astiberri, 2006. Cartoné con sobrecubierta. B/N. 284 págs. 22 €


Bueno, pues pasó lo que tenía que pasar. Después de leer tantas alabanzas acerca de La Perdida de la Nenartista, su lectura ha supuesto una pequeña decepción. No me entendáis mal, no es un mal tebeo. Es más, diría que es un buen tebeo, pero no es la maravilla que nos han querido hacer ver algunos, ni desde el plano de vista formal, donde hay tantos aciertos como errores, ni desde el punto de vista de la historia que se narra, que en cierto modo suena a ya leída una y otra vez. Pero vayamos poco a poco.

La Perdida es un álbum en cierto modo autobiográfico en el que Jessica Abel nos narra el periplo mexicano de Carla. Hija de madre estadounidense y padre mexicano, es criada en los USA y siente un fuerte vacío existencial que la impulsa a buscar sus raíces mexicanas. Viaja de Chicago a México DF con un visado de turista y llegado el momento de regresar a su país “olvida” coger el avión de vuelta, al tiempo que trata de empaparse con todas sus fuerzas en la cultura del país que piensa que va a dar un sentido a su vida. Por desgracia, ni la vida es un camino de rosas para una estadounidense sin papeles y sin conocimiento del idioma en México, ni la protagonista es especialmente afortunada en cuanto a amistades se refiere y, poco a poco, el viaje iniciático irá desembocando en tragedia.

Hasta llegar prácticamente al final del libro, la historia tiene tintes de novela costumbrista, sin ningún hecho remarcable o peripecia que llame excesivamente la atención del lector, salvo una pequeña caída paulatina en la miseria y la autocompasión por parte de la protagonista. La historia está estructurada como un inmenso flashback y con numerosas acotaciones con la voz en off de la propia protagonista, lo que permite a Abel mantener el interés del lector a base de ir insinuando constantemente la tragedia que se cierne sobre ella. Casi desde el primer momento, cuando conoce a sus primeros amigos mexicanos, nos advierte que en aquél momento aún no sabía lo que eso supondría…

laperdida_sketch


Abel utiliza dos referencias a lo largo de la obra como contrapunto a su propia experiencia: Frida Kalho, que es su “musa” y cuya experiencia vital de inmersión en la cultura mexicana quiere emular a toda costa, y William Burroughs (y esposa), que muy a su pesar le recuerdan demasiado a sí misma, como dos norteamericanos tratando de vivir entre la cultura mexicana pero sin lograr integrarse nunca en ella y cuya historia termina en tragedia. Aparte de esto, la narración peca de excesiva linearidad y de utilizar en muy contadas ocasiones los recursos que el cómic ofrece para enfatizar las emociones y los hechos clave, lo que unido a la enorme cantidad de textos de apoyo y diálogos (aunque ambos están bastante logrados) hacen que tengamos la impresión de encontrarnos ante una novela ilustrada más que ante un cómic (en este sentido, Abel ya ha comentado su deseo de ampliar su campo de acción artístico a la iteratura). Tal vez es esto lo que la autora pretendía y lo que muchos críticos alaban de la obra, el que haya alcanzado el status de novela tratándose de un cómic. Para aquellos que sabemos que el cómic es un medio de expresión tan valido como cualquier otro, esto carece de valor.

Hay otros dos aspectos que me han defraudado de La Perdida. Por un lado el dibujo, que me parece poco trabajado, con excesivos planos medios, con muy poca caracterización del ambiente y con unos personajes cuyas caras sólo tienen dos registros: enfadados o contentos. Pocas emociones se pueden transmitir así. Por otra parte, ese final que nos pasamos 200 páginas entreviendo ansiosos, parece demasiado largo, anticlimático y poco creíble.

Y después de haber realizado esta crítica tan poco constructiva, sólo puedo recomendaros que lo leáis, porque a pesar de todo lo que he dicho, el cómic tiene bastantes puntos de interés como para ser leído, no se hace aburrido en ningún momento y hay muchas posibilidades de que contacte con la sensibilidad de más de un lector. Y la edición de Astiberri es realmente magnífica, dicho sea de paso. Pero ante tanta crítica positiva, alguien tenía que dar el contrapunto…

3
Bueno, este es el nivel medio que habría que pedir a cualquier tebeo


el tio berni