Mamut, hoy con Christine Beigel

Cuando nos plantean hablar con Christine Beigel aflora una de nuestras carencias, no hablamos ni escribimos francés. El problema dura un segundo, Christine Beigel habla y escribe español. En nuestra conversación por mail demuestra ser divertida e inteligente. Es la guionista del tándem creativo de Superpandilla compuesto por Pierre Fouillet y ella misma. Esta es su primera incursión como guionista de cómic.
 
Entrecomics: ¿Cómo entras en contacto con la colección Mamut?
 
Christine Beigel: Por Internet! Ahí va la historia: Maxi y yo coincidimos en publicar en la editorial, Benjamins Media (que hace muy buenos libros-CD) y me gustaron las ilustraciones que hizo para Gigi Bigot. Fui a visitar su blog y me puse en contacto con él, además me gustaba la idea de conocer a españoles o hispano-hablantes que trabajan en el libro infantil. En su blog, ví que también hacia cómics para niños. En esta época ya había empezado Superpandilla con Pierre Fouillet (el dibujante), y le envié a Maxi, para tener la opinión de un especialista… y tal vez poder publicar en castellano por primera vez. Me importa ya que comparto mi vida entre París y Mallorca.
 
Entrecomics: Al tratarse de un cómic, ¿tu trabajo requiere una aproximación diferente a la de un libro? ¿Es mejor, peor, diferente?
 
Christine Beigel: ¡Totalmente diferente! Ni peor ni mejor. La imaginación, los personajes, el tema y la historia están de la misma manera para un libro como para un cómic. Lo que difiere es la manera de contar la historia, y el hablar de los personajes. Para mí fue difícil ya que me gusta mucho describir, hacer digresiones, volver a la historia, dejar que los personajes de mis libros se expresen, duden (me intereso en la psicología de mis juguetes-personajes)… El cómic pide un concentrado cien por cien explosivo, todo lo tienes que contener en un dialogo corto o… en una imagen.
La primera entrega que le hice a Pierre era divertida: había texto por todas partes, yo esperaba que me contara una escena en una página cuando él necesitaba tres para desarrollarla. Así que tuve que recortar, borrar, poco a poco aprendí a quedarme muda. O casi, ya que queda mucho para leer. ¡Como no!
 

Entrecomics: En tu trabajo con Pierre Fouillet en Superpandilla, ¿le das ideas para el dibujo o sugerencias? ¿Te hace Pierre alguna sugerencia a tí para la historia? ¿Cómo funciona vuestro tándem creativo?
 
Christine Beigel: «Dibujé» todo el cómic con «patatas» en lugar de personajes, poniendo letras para que Pierre supiera quién era la patata y quién hablaba. Después, lo repasé por ordenador describiendo cada imagen (ambiente, diálogo, expresión de cada personaje). Por su parte, Pierre empezó a dibujar los héroes, me los enviaba por correo electrónico o hacíamos sesiones de trabajo en su casa o en la mía ya que somos vecinos. Cuando nos pusimos de acuerdo para todos los personajes, Pierre hizo el esbozo del cómic, cambiando el ritmo que había propuesto cuando no lo veía bien, desarrollando una situación cuando sentía que hacia falta hacerlo, llamándome para burlarse de mí cuando tenía que revisar mi texto porque era demasiado largo, o escribir más cuando faltaba.

De todos modos, cuando descubrí los primeros dibujos de Pierre, tuve ganas de quitar palabras, porque ya estaba dicho en la imagen. También acentué el carácter de Super-cocodrilo por ejemplo, porque Pierre le había dibujado una cara de estúpido supersimpático. Ganá mucha fuerza entonces. No me molesta cambiar mi texto inicial, me imagino que es una cosa normal para un cómic, no sé, se trata de hacer un libro juntos. Diría que son ajustes necesarios. Funcionamos haciendo idas y vueltas hasta que los dos estamos contentos con el resultado y no queda ningún error, las flores en los calzoncillos de James por ejemplo, yo tengo ojo de lince. Pierre y yo nos conocemos muy bien, nos entendemos perfectamente, tenemos complicidad en el trabajo y sentido del humor. Lo cual es imprescindible para Superpandilla. Por lo menos nos divertimos mucho. Espero que los lectores también, pero eso ya es otra historia.
 


Guión gráfico a base de patatas

Entrecomics: El público lector al que se dirige Superpandilla y al que te sueles dirigir en tu trabajo es muy exigente y sincero, ¿qué respuesta tienes de tus lectores?
 
Christine Beigel: Los niños son muy espontáneos. Les gusta o no les gusta, no le dan más vueltas. Les encanta que le leamos historias, siempre lo hago cuando me encuentro con ellos. Y es un buen intercambio porque realmente, no hay nada mejor que esos ojos (o bocas) abiertos como platos, esas risas, esos suspiros de angustia, esos comentarios durante la lectura, esas esperas a que llegues al final, para saber lo que pasa.

También te dicen que eres divertida, bella, que tienes unos pendientes muy bonitos, y que se te ven las canas (todo junto), o te piden si tienes una Limousine y animales domésticos, y: «¿A tí te gustan los niños?» Contesto que no, los odio, obviamente. Nos reímos, jugamos a que dices mentiras o no. Les explico que el trabajo de un escritor es (un poco también) decir mentiras. A  veces te saltan frases que no te imaginarías jamás. Hace poco, hablando de Superpandilla, un niño me dijo: «Pero solo existe un superhéroe: ¡Dios!»
 
Entrecomics: La protagonista es una niña con mucha imaginación, ¿como guionista qué elementos usas para enganchar a los niños con las aventuras de Super-Lola?
 
Christine Beigel: Confió en el poder de imaginación de los niños mismos. Parto del principio que si un niño dice algo, aquello existe. Todo es un juego. Si un niño, o en Superpandilla Lola, habla a su peluche o al gato, ellos le contestan, ya que están vivos en su «realidad» infantil. Hago como si hubiera un mundo paralelo en el que todo lo que no puede ser en la realidad de los adultos, tomara vida en la de los niños. Como si todos los sueños se realizaran, tchak, así, formulándolo o pensándolo. De ahí viene el ritmo particular del cómic, que salta de un lugar a otro, sin parar nunca: los sueños son iguales, estás en un bosque con alguien y de repente te encuentras en el mar con otra persona, y no te parece extraño para nada. El personaje que más encarna esta «super-posibilidad» es el monstruo garabateado Momina, que puede tomar la forma que Lola quiere con la sola punta de un lápiz.

Para acercarme a los niños, busco elementos que les hablan, supongo. Superhéroes, personajes y canciones del mundo infantil. Algunos personajes tendrían que asustar a los niños, como el pirata o los esqueletos, pero como me burlo de ellos, porque no me gustan los estereotipos, al final son simpáticos, con sus cualidades y defectos. Sé que los niños se fijan en los detalles, por eso Pierre y yo hemos puesto muchos en Superpandilla. A Tarzan (Junglor) se le ve el culito, le tiene un poco de miedo a Juanita (Jane); Momina es un bebé que se emociona y llora cada dos por tres; no hay que equivocarse con la pareja de esqueletos, hay el señor y la señora; el malo Max Simo -Máximo para Lola- también tiene una mamá, ella lo trata de inútil…
En fin, el principio de la historia, que se lleven a los padres porque Max Simo esta seguro que el papá es un agente top secreto, no importa tanto como el desarrollo de la historia. Es un largo viaje, dónde el tiempo es elástico (como cuando dormimos), esta «course-poursuite» en un mundo que se parece al nuestro, pero que no lo es. Esta carrera también es el transcurso del tiempo y un guiño a los adultos ya que siempre gana Lola: los niños son más fuertes y más inteligentes que los adultos (eso engancha, ¿no?). Y a mí, de niña, me hubiera gustado que mi padre fuese agente secreto.
 

 

Entrecomics: Una de los detalles de Superpandilla que nos llamó la atención enseguida fue la cantidad de personajes. ¡Realmente en la pandilla son un montón! ¿Cómo conseguís que los niños y niñas no se pierdan? Además, ¡la historia tiene un ritmo trepidante!
 
Christine Beigel: La cantidad de personajes corresponde a la cantidad de juegos que puede tener un niño. Si nos fijamos en la primera página, como en la última, estamos en el dormitorio de Lola y todos los personajes del libro están. Salvo los malos, porque forman otra familia. Queda claro que en Superpandilla los héroes principales son Lola y James. Después vienen los demás, como personajes segundarios, pero cada uno tiene su papel en la historia. Lo que significa ello es que cada uno puede ser un superheroe, un personaje de cómic, etc. Lola actúa como una niña en la vida normal: cuando esta sola, se inventa amigos para jugar. Y cuando juegan los niños, todo va muy rápido, ahora eso, ahora otro, y ¡pam! ¡pum! Nunca se cansan. Quería dar esta impresión con el ritmo «trepidante» de Superpandilla, como dices. Giras la pagina y, a ver, ¿qué va a pasar ahora?
 
Entrecomics: Quería que nos hablaras un poco de otros trabajos que has realizado para el lector infantil. ¿Has publicado antes en España?
 
Christine Beigel: Es la primera vez que publico en España, y estoy muy contenta. Hasta ahora me habían traducido un documental que hice con Alain Korkos, sobre el cuerpo humano, publicado por Oniro. Mis amigos españoles ya podrán leer algo de mi, ya que no entienden nada del francés. Hace tantos años que les cuento un cuento, que escribo libros infantiles, ¡por fin llega el momento después de 40 libros! Últimamente, me centro más en álbums, tengo una serie, Mamie poule raconte que se titularía en castellano «Cuenta la abuelita gallina» o algo parecido, con ilustraciones de Hervé Le Goff. El n°8, Le crocodile qui avait peur de l’eau, «El cocodrilo que tenia miedo al agua» acaba de publicarse.

También he escrito un libro sobre las Meninas de Diego Velázquez (en una colección muy bonita que aborda el arte por la ficción), Moi, princesse Marguerite, «Yo, princesa Margarita» ilustrado por Xavière Devos.
La semana próxima, voy a descubrir las ilustraciones de otro álbum que estará en las librerías en marzo, de las hermanas Balbusso, que hacen un trabajo fantástico. Siempre he querido participar en la elección de los ilustradores junto a mis editores, porque me encanta la ilustración infantil, y el arte en general. Es lo que resalta de primera vista en un álbum para niños: la imagen. Este año trabajé con Laurent Moreau, un joven con mucho talento, y Rémi Saillard, cuyo trabajo me gusta. Todos estos artistas tienen ambientes muy diferentes, que sirven historias mías muy diferentes, y cada vez es una aventura nueva.

Para terminar este repaso rápido, ahora mismo estoy trabajando en Superpandilla 2, dibujando… ¡patatas otra vez!

Entrecomics: ¿Nos estás diciendo que las aventuras de Superpandilla no han acabado?

Christine Beigel: ¿Como pueden acabar cuando recién empezaron? Ya estoy pensando en el 3, tomando notas… ¡Por adelante!