Crumb sobre otros

Hace un tiempo dejamos por aquí noticia y alguna traducción de las opiniones de Robert Crumb sobre ciertas celebridades y autores de cómic. Ahora, la lista ha crecido con otras dos partes (todas ellas pueden leerse en inglés en la web oficial de Crumb), y dejamos aquí la traducción de algunos de sus comentarios.



WALT DISNEY

Bueno, ya sabes, cuando yo era un niño pequeño, en los años 50, estábamos (mi hermano Charles mas que yo, incluso) embelesados por Disney, y profundamente impresionados por su visión. La una visión colectiva creada por la totalidad del equipo del estudio Disney que hizo todas esas fabulosas películas de animación de larga duración en los años 30 y 40. Pero para mi gusto, todo empieza a decaer a principios de los 50. El último trabajo que creo que es realmente visionario, es Alicia en el País de las Maravillas. Desde Peter Pan, alrededor de 1953, comienza a deslizarse hacia algo demasiado corporativo. En realidad, antes de eso. O sea, cuando hicieron aquello de la propaganda de Sudamérica… aquello salió en el 45, creo. Durante la 2ª Guerra Mundial, Disney empezó a trabajar en estrecha relación con el gobierno. Hacían dibujos animados de propaganda y tal. Pero aquellas películas animadas de larga duración, Blancanieves, Pinocho, Fantasía, Dumbo, Canción del sur, Alicia en el País de las Maravillas… son un material fabuloso.

Los dibujos animados cortos de Disney no son tan creativos como los de Warner Brothers o Max Fleischer, en mi opinión. El Max Fleischer de principios de los años 30 es mi favorito dentro de los dibujos animados cortos de todos los tiempos. Betty Boop, Popeye y todo el material que hicieron al principio. El estudio Disney fue el primero en ingeniárselas conscientemente para ser limpio y saludable. El mismo Disney era muy conservador. Y en ese proceso, los dibujos se volvieron blandos y monos y dejaron de ser interesantes. Todavía había cosas buenas del Pato Donald y todo eso, pero ya no eran tan agudos como los dibujos de Warner Brother o Max Fleischer, tal y como yo lo veo.

Alex: ¿Qué me dices de MGM? ¿Te gustaba Tom & Jerry?

Estan bien, pero no me gustan tanto como los de Warner Brothers. Tex Avery, Chuck Jones, ese es el mejor material. Pero el Fleischer del principio, para mí, es el mejor de todos, el creativo e imaginativo. Desgraciadamente, Max Fleischer fue engañado por Paramount, el estudio que distribuía sus dibujos durante los años 30, que secretamente vendió los derechos de todos sus dibujos a una empresa de distribución de televisión en los años 40. Directamente, le robaron. Nunca le compensaron. Hey, así es el negocio del entretenimiento.

GEORGE HERRIMAN

Admiro el material de Herriman, pero ya sabes que no me vuelve tan loco como a otra gente. ¿Sabes?, esa cosa como divertida, un poco esotérica que hace en Krazy Kat no me atrae tan profundamente. Es muy bonito, como muchos cómics de prensa de esa época. En muchas de esas grandes páginas dominicales el estilo es bueno y precioso. Pero por aquel entonces había muchos tipos con un estilo de dibujo precioso. Sí, Herriman era innovador e ingenioso con el diseño de sus páginas y todo eso, pero en contenido nunca me atrajo profundamente. Es poético y enigmático y tal, [hace un ruido como si estuviera escupiendo, luego ríe]. Prefiero Popeye, The Bungle Family y otro par de cómics de ese período.

FRANZ KAFKA

Bueno, antes de hacer el libro sobre Kafka nunca había leído nada suyo no sabía nada sobre él. Pero en cuanto me embarqué en el proyecto de ese libro tuve que leer todas sus cosas. Y entonces llegó a gustarme mucho. Y mientras trabajaba en ese proyecto, sentí sentí una estrecha empatía con Kafka. Fue muy raro. Empecé a sentirme, de alguna manera, profundamente conectado con Kafka. Algo que no había esperado para nada. Murió en 1924, muy joven.



WALT KELLY

¡Adoro a Kelly! Adoro el material de sus inicios. Todavía me encanta leer ese material, el de finales de los 40 y principios de los 50. Empieza a declinar a finales de los 50. Intentó hacer demasiadas cosas. En cierto momento, a principios de los 50, hacía una tira diaria en el periódico y también cómics periódicos para Dell, y a la vez hacía esos elegantes libros como Uncle Pogo’s So-So Stories y todo eso. Durante un período de tiempo fue increíblemente prolífico, pero creo que se quemó. Además, creo que empezó a beber bastante… Creo. Eso solo lo he oído, así que no estoy seguro. Pero sí, todavía me encanta su trabajo. Su trabajo me inspiró mucho cuando tenía 13, 14, 15 años. Y después se eclipsó cuando me empezó a interesar MAD y el material de Kurtzman. Pero todavía admiro enormemente el trabajo de Kelly.

JOHN STANLEY

Cuando era un chaval, John Stanley, que hacía La pequeña Lulú, y Carl Barks, eran nuestros favoritos. John Stanley era un gran narrador, genial. Las historias de La pequeña Lulú eran muy potentes en aquella época, a finales de los 40 y principios de los 50. Era otro que, debido a las realidades industriales del negocio, tenía que producir ese material mensualmente. Lo quemaron. Los quemaron a todos. Tenían que seguir dándole a la manivela constantemente debido a la naturaleza periódica, implacable, de los cómics y las tiras diarias. Pero La pequeña Lulú era genial. Todavía tengo mi colección de La pequeña Lulú. Tengo todos los números desde el principio, 1944, hasta 1954. Después de eso empecé a perder el interés.

JACK KIRBY

Cero interés en Kirby. Cero. Lo he mirado y lo he intentado, pero no consigo que me interese. Pero es un personaje interesante. Hubo una entrevista muy buena con él en The Comics Journal, allá por los 80, creo. Era un tipo duro que creció en Nueva York en un mal barrio. Sé que se le considera el genio creativo de Marvel y todo eso, pero nunca he conseguido que me interesase.

TRINA ROBBINS

Ooh, problemática. Una persona problemática para mí, ya que me odia profundamente. Y ella se erigía en portavoz de las mujeres autoras de cómic, ¿sabes? Era la autoridad, la experta en mujeres autoras. En el lado bueno, ha escrito algunos artículos muy buenos sobre autoras desconocidas de los viejos tiempos. Ya sabes, sacó a esas mujeres de la oscuridad e hizo artículos interesantes en torno a ellas. Autoras de cómic de los años 30 y 40 enterradas y olvidadas. Pero causó muchos problemas en los viejos tiempos. Ahora ya no, ahora es vieja. Pero en los 70 y 80, joder, era un dolor. Un auténtico dolor. [Risas] Su sensibilidad es muy distinta de la mía, somos como polos opuestos. Nunca le gustaron los cómics autobiográficos, dice que generalmente son aburridos y tediosos. Le hizo una entrevista muy interesante a Alison Bechdel, la dibujante lesbiana que hace cómics autobiográficos, y en cierto momento Bechdel me saca a colación y alaba mi trabajo, y eso fue una sorpresa para Trina, el hecho de que a Alison Bechdel le gustase mi trabajo. Dios, ¿cómo pude gustarte Crumb? Es malísimo con las mujeres y bla, bla bla. No puedo discutir con Trina sobre lo horribles que son mis cómics para las mujeres porque no tengo defensa. Pero me emocionó que Alison Bechdel me defendiese. Me hizo sentir un poco menos, ya sabes, amenazado.

CHARLES BUKOWSKI

Me encanta, me encantan sus textos. La relación con él en persona era muy difícil, pero en el papel era genial. Uno de los grandes escritores americanos de finales del siglo XX.

Alex: ¿Pasaste con él algún tiempo?

Un poco, no mucho. Sí, cuando se encontraba en sociedad, buscaba desesperadamente insensibilizarse a través del alcohol. Se sentía muy incómodo entre la gente, básicamente era un tipo muy solitario. Quería acostarse con mujeres y todo eso, pero… [se empieza a reir] La última vez que lo vi fue una vez que vino a una fiesta en San Francisco, era una lectura de poesía. Había dos chicas que yo conocía (Susan y Jane, hasta hice un cómic sobre ellas), y se pegaron a Bukowski. Una le hablaba por una oreja y la otra le hablaba por la otra. Él estaba ahí parado, con una botella de cerveza en cada mano emborrachándose lo más rápido que podía. Y en el último momento en que lo vi, ellas se lo estaban llevando al dormitorio. Esa fue la última vez que vi a Bukowski.



CHARLES SCHULTZ

Durante un tiempo me gustó Peanuts. A finales de los 50 y principios de los 60 lo leía. Era bueno, bien escrito y divertido. No me molestaba el estilo minimalista del dibujo. Triunfó porque su material era muy agradable y aún así era tan conmovedor y significativo que le gustaba a todo el mundo. ¡A todo el mundo! ¿Cómo puede no gustarte? ¿A quién puede no gustarle? [Risas] No hay nada ahí que resulte antipático. Y gracias a eso, Schulz se convirtió en el dibujante más rico, uno de los hombres más ricos de América. Lo conocí en persona en una feria del libro en San Francisco. Me dijo que le gustaba mi trabajo, lo que me desconcertó.

ALFRED HITCHCOCK

Hizo algunas películas buenísimas. Me encantan algunas de esas películas que hizo. Hablé con alguien que conocía a Kim Novak, una mujer mayor, y Kim Novak le contó cosas sorprendente sobre Alfred Hitchcock y sus inclinaciones sexuales. Eso me sorprendió. No sé por qué. Supongo que cuando miras a Hitchcock no ves a un tipo con una libido agresiva. Eso te demuestra que no se puede juzgar un libro por su portada. Yo ya debería saberlo.

RONALD REAGAN

¿Reagan? Lo odiaba. Un mentiroso con pico de oro. O bien era un mentiroso, o un estúpido, o ambas cosas. Ya sabes, básicamente era un cómplice de la América corporativa. «El gran comunicador», vaya chorrada. Y cuando ahora lo sacan e intentan hacer que parezca un gran presidente, me produce nauseas. Cuando se convirtió en presidente, fue el principio del fin. Y la gente a su alrededor eran un puñado de sinvergüenzas. ¿Recuerdas a aquellos tipos, como Edwin Meese? Gente horrible, malvada.

MAXON CRUMB

Max, mi hermano, es un gran artista. Está haciendo un trabajo muy bueno. Es posible que en el futuro lo consideren mejor artista que yo. Sus cosas son muy locas e intensas, y muy individualistas. Trabaja en ellas muy intensamente. Las miras y son muy psicodélicas. Te pierdes. Las texturas están trabajadas muy intensamente. Mucha concentración en cada obra. La gente que compra su trabajo ahora mismo, se está llevando gangas. Algún día todo va a valer un montón de dinero, cuando muera. Pero en un hotel lleno de pulgas, en una habitación de hotel que se cae a cachos, una chabola. Allí trabaja. El techo se cae. Se ve la estructura, como aquellos dibujos de los viejos tiempos en los que se mostraban habitaciones destartaladas.

Alex: Es interesante, en cierto modo tú y tu hermano tenéis estilos similares, estilos muy controlados y detallados. ¿Crees que es algo genético?

Sí, probablemente tenemos la misma neurología, esos sistemas nerviosos obsesivos compulsivos que tenemos todos. Pero Maxon, el modo en que vive, en modo en que piensa, es muy individualista y alejado de la vida de la mayor parte de la gente. Está fuera. Está al margen del pensamiento y el esfuerzo humano.

SERENA WILLIAMS

Ahora sí que nos entendemos. Pienso mucho en Serena. Lo hago. Colecciono fotos de Serena. Es una súper amazona total. ¿Qué más se puede decir? Por supuesto, también es testigo de Jehová. Sí, la gente me ha dicho, «Hey, os puedo presentar a ti y a Serena». Pero no tengo nada que decirle. No me interesa el tenis, y no soporto el sinsentido ese de los testigos de Jehová. Ya sabes, no hay temas comunes de los que hablar. Así que tengo que admirarla desde la distancia. Pero Dios, menudo culo, como bien sabes.



BETTIE PAGE

En realidad sé bastantes cosas sobre Bettie Page. Tenía un amigo llamado Jeff Rund que estuvo involucrado en el intento de compensarla cuando era mayor y estaba en la ruina, viviendo en una caravana en pobres circunstancias en algún lugar de la zona de Los Angeles, creo. En los 80, alguna gente empezó a sacar libros de fotos suyas y tal, y Jeff la localizó e intentó asegurarse de que le pagaran por todos los libros. Porque, ¿sabes? se volvió loca en los 60, creo que fue en los 60, cuando intentó matar a alguien. Así que la metieron durante algún tiempo en un sanatorio, y luego se hizo religiosa. Creo que le sacaron tantas fotos que eso la volvió loca. ¿Pero sabes qué? Tenía el cuerpo más perfecto y la cara más bella de todas en época de las pinups de los años 40 y 50. Era el estándar áureo. Nadie era físicamente superior a ella. Y sus poses, siempre aparecía alegre y saludable, nunca tenía un aspecto sórdido. Daba igual que posara en un decorado sadomasoquista, con botas de tacón alto y látigos, siempre parecía que para ella aquello era un juego divertido, ¿sabes? Podía tener una ball-gag en la boca y parecer la vecinita de al lado divirtiéndose. «¿No es divertido jugar al sadomasoquismo?» [Risas] Siempre aparece como una muchacha saludable y alegre. Pero por dios, qué bien hecha estaba. ¡Dios mío! Una proporciones perfectas, todo su cuerpo. Con Bettie Page no te puedes equivocar. Todas sus fotos son buenas, nunca le hicieron una mala foto. Y le hicieron miles, decenas de miles de fotos. Pobre mujer. ¡Menuda vida! Me pregunto si todavía estará viva…

PABLO PICASSO

Creo que una vez escribí que envidiaba a Picasso porque era el tipo de artista que no dejaba que nada se entrometiera en su camino artístico. Le cerraba la puerta en las narices a sus esposas, sus novias, sus hijos, a cualquiera, cuando era el momento de dedicarse a su arte. Siempre le envidié eso. Y también su habilidad con las mujeres, potente, penetrante, hipnótica. También le envidiaba eso. Me gustaría poder ser un artista como Picasso. Y admiro su trabajo. También. Creo que hizo un gran trabajo.

VINCENT VAN GOGH

¿Van Gogh? Un caso interesante. Me recuerda un poco a mi hermano Maxon, el artista loco extremadamente dedicado a su trabajo pero una persona muy difícil con la que relacionarse. Recuerdo leer sobre él que podía estar hablando con la gente en un café o algo, y soltaba sus teorías e ideas y no aceptaba que le llevaran la contraria. Discutía mucho y lo pasó mal socialmente. Era socialmente inepto y neurótico, un loco.

Alex: ¿Te gusta su trabajo?

Sí, me gustan sus cuadros. No es mi artista favorito, pero me gustan sus cosas, sí. Hizo algunos trabajos muy bellos. De aquellos artistas franceses de finales del siglo XIX, me gusta mucho Lautrec, también hizo un trabajo muy bueno. No me gusta Cezanne, no me gusta mucho Matisse. No me gusta mucho el puntillista, Seurat.

HARVEY KURTZMAN

Ya sabes, probablemente es el único héroe que tuve en mi juventud. La única persona a la que admiraba así, como si fuera un mentor. Así que cuando lo conocí, cuando estuve a su lado, siempre fue un poco obsequioso/fanboy/adorador, lo que le ponía de los nervios, pero de lo que se reía. Me halagó profundamente que a él le gustara mi trabajo. Creo que para mí fue un enorme impulso. Yo era bastante joven cuando le envié por primera vez algunas de mis historia de Fritz the Cat. Le gustaron mucho. Me pidió que le enviase más. Todavía tengo esa carta, de 1964, yo tenía 21 años. Y después incluso me invitó a ir a trabajar con él en la revista Help en verano de 1964. Yo estaba encantado. Trabajé con Terry Gilliam, que era el editor asistente en Help. Para mí, trabajar con Harvey fue una gran experiencia, un gran momento.

Y después, ya sabes, estuve con Kurtzman varios años. Iba a su casa cada vez que estaba en Nueva York y cosas así. Cenaba con su familia y hablaba sobre la profesión y todo eso. Era muy interesante. Me siento muy afortunado por haber conocido tanto a Kurtzman.

Alex: Has mencionado a Terry Gilliam, ¿el el mismo que luego trabajó con Monty Python?

Sí, y después se hizo director de cine. Pero yo trabajé con él en 1964, en los Photo Funnies que hacía Kurtzman. Luego lo conocí mejor y era un tío divertido. Lo pasamos bien juntos. Poco después se fue a Inglaterra y nunca volvió.

Me topé con él años después. Cuando Terry Zwigoff estaba reuniendo dinero para la película Crumb, consiguió convencerme de ir a Los Angeles con él y que nos reuniésemos con gente para intentar reunir dinero para la película. Fue horrible. Fue muy incómodo. Pero estábamos en Fox Network, el estudio de televisión que por aquel entonces dirigía Barry Diller. Estábamos en el comedor intentando reunirnos con unos tipos de Fox, intentando sacar dinero -todo muy raro-, puede que Matt Groening estuviese en esta reunión… y Terry Gilliam estaba allí de visita. Lo vi y me vio, y nos enzarzamos en una conversación. Estamos ahí hablando, ya sabes, «Hey, no te he visto en años, bla, bla, bla». Creo que eran finales de los 80, como 1989. Y Zwigoff estaba allí, así que lo presenté a Gilliam como un amigo que estaba intentando reunir dinero para hacer una película sobre mí. Y Zwigoff dice, «Sí, ¿puedes ayudarme? ¿Puedes contribuir con algo de dinero?». Y Gilliam mete la mano en el bolsillo, saca algunas monedas y dice, «Espero que esto ayude». [Risas]

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KIM DEITCH

Ciertamente, admiro su trabajo y me gusta mucho como persona. Es uno de los trabajadores del cómic más persistentes. Lleva ya en ello, ¿cuánto?, 45 años. Trabaja duro. Sí, ha creado su mundo único, sus cómics revelan una fuerte visión personal. Tienes que sentirte atraído por su visión u olvídate. Si no te interesa su mundo, no vas a disfrutar de su trabajo.

BUSTER KEATON

¡Genial! Aquel material mudo que hizo es genial. ¡Maravilloso! No me puedo creer que hiciera esas acrobacias. Es divertido, es hilarante, está lleno de acción, es increíble. Ahora no serían capaces de hacerlo. Nadie puede hacer lo que él hizo en la época del cine mucho, a principios y mediados de los años 20. Verlo es milagroso y divertido al mismo tiempo. El tipo es hilarante.

CHESTER BROWN

Acaba de publicar un libro muy bueno, quizá uno de sus mejores libros. Se llama Pagando por ello. Es genial, merece la pena leerlo. El único problema es que las páginas son tan pequeñas que tienes que leerlo con una lupa. Me enviaron una copia previa del libro, una copia de galeradas, y me preguntaron si podía escribir algo al respecto, una frase promocional, y lo hice. Pero cuando escribí alabando la historia, también escribí, «Espero que no tengáis pensado imprimir esto tan pequeño como las galeradas que me habéis mandado. ¡Es ilegible!. He tenido que leerlo con una lupa. ¿En serio que lo vais a imprimir a este tamaño?». La gente de la editorial, Drawn and Quarterly, me contestó y decían, «Oh, nos gusta lo que has escrito y lo vamos a usar como introducción en el libro». Pero no contestaron mi pregunta sobre el tamaño de las páginas. Y lo imprimieron a ese tamaño. Es una pena. Es una vergüenza que hicieran eso. Tal vez Chester Brown lo quería a ese tamaño, no lo sé.

Pero es un libro genial. Va sobre él renunciando a tener novias y decidiendo que cuando quiera acostarse con alguien solo visitará prostitutas. Es incapaz de tener una relación con una mujer, así que solo va ir a ver prostitutas. Al principio esto le pone un poco nervioso, luego se acostumbra y después, gradualmente, a lo largo de los años, llega a ser un experto en prostitutas. Como escribí en la introducción, he conocido a otros hombres que se han hecho expertos en prostitutas. Y después, gradualmente, hacia el final del libro, entabla una relación profunda con una prostituta y deja de ver a otras para verla exclusivamente a ella. Y casi es como si se enamorasen, pero no del todo, porque él es un cliente y sigue pagándole. No acaban viviendo juntos, salen por ahí y tienen una relación estrecha, pero él mantiene la relación de prostitución.

Alex: Obviamente, una estrategia suya para sentirse seguro y no volverse vulnerable.

Para ambos, sí. A mí me pareció muy razonable. Y al final del libro hay una larga sección, como 40 de páginas de texto, en la que expone los argumentos contra la prostitución y después los rebate, uno por uno, con refutaciones muy inteligentes para todos los argumentos habituales contra la prostitución. El argumento feminista, el argumento moral, el argumento higiénico, todos. Deberías leer el libro.