Mumin. La colección completa de cómics (Tove Jansson) Coco Books, 2014. Tapa dura, 22 x 31,5 cm. 96 págs. B/N 19,50€
El valle de los Mumin se transforma en una selva (Tove Jansson) Coco Books, 2014. Flexibook, 22 x 16 cm. 40 págs. Color 12 €
Muchas veces lo simple, lo sencillo y lo ingenuo es un bisturí más efectivo que los análisis más sesudos para diseccionar, ya no la actualidad, si no lo eterno de la condición humana. No se trata ni de banalizar ni de infantilizar los contenidos para hacerlos comprensibles a todo el mundo sino de encontrar un equilibrio en el que el autor sea capaz de explicar la inmensidad de la vida a través de un discurso asequible, pero complejo, en el que los lectores sean capaces de leer en toda su amplitud esbozando una sonrisa en sus labios.
Pues eso es básicamente lo que sucede con Mumin de Tove Jansson, el volumen recientemente editado por Coco Books que recoge las tiras que aparecieron a partir de 1954 en el periódico londinense The Evening News. Los Mumin son unos seres con una apariencia amable dispuestos en una estructura familiar poco común: un padre soñador que se deja llevar por todo tipo de ínfulas, quiere ser todo lo que otros son, y a lo que hay que sumarle su afición al whisky; una madre cuya función es ser la brújula moral de la familiar que se desvive para criarlos a todos; Mumin que es un adolescente incapaz de llevar la contraria, lleno de dudas, y totalmente influenciable; y para acabar la señorita Snork, un ser egoísta y voluble que trae a Mumin de cabeza.
La personalidad de los diferentes integrantes de esta familia determinan cada una de las situaciones que viven, eso sí, con cierta inocencia en la puesta en escena en la narración de la mano de Jansson. En la primera historia Mumin y los bandoleros sirve para presentar al joven Mumin el cual no sabe cómo echar a 15 inquilinos que se han metido en su casa, y que a pesar de la molestia que le causan sigue dejando entrar a más hasta el punto de verse desplazado y convertirse en el criado de estos. Para evitar este abuso seguirá los consejos de Sniff, una especie de ratón gigante, que no dejaran de meterle en líos, desde hacerle pasar por artista contemporáneo, timador, hasta acabar por conocer a la señorita Snork la cual le causará más problemas que todas sus indecisiones juntas.
Sin embargo, son las otras tres historias las que definen y marcan la pauta de los protagonistas creados por Jansson. En el caso de Mumin y la vida familiar, el adolescente se encuentra con sus padres originales, que viven su vida con cierta holgura moral y echando de menos, lo justito, a su hijo desaparecido. Aquí aparecen las dos coordenadas que moverán el barco de la vida familiar de los Mumin, por un lado la madre, moralista, cumplidora y hasta cierto punto sumisa; y un padre soñador, errático en sus propósitos e incapaz de concentrarse en algo serio. Este último poco después de la aparición del hijo decide irse de casa para vivir en la playa, acompañado por la mujer, que se justifica por tener cierta obligación moral de seguirlo y abandonarlo sin más.
En las dos historias restantes Mumin en la Riviera y La isla desierta de Mumin, se alcanza del clímax de la incongruencia en la forma de vida de esta familia. En la primera el protagonismo pasa al padre que se ve embargado por la forma de vida lujosa de los habitantes de la Riviera, por lo que esa será su nueva misión en la vida: arrastrar a la familia para conseguir su nuevo objetivo o si no es así dejarlos de lado. En la siguiente historia los Mumin llegan a una isla desierta donde pretenden construir una especie de sociedad ideal en la que vivir pero que se va al traste a causa de la incompatibilidad de las diferentes personalidades que constituyen dicha familia.
El otro volumen, El valle de los Mumin se transforma en una selva, redunda en la idea de la isla desierta, en la de la construcción de un contexto ya no propicio si no deseado, aunque más bien el valle se convierte en selva a causa de unos malentendidos y por las acciones de un par de personajes. Lo más interesante son dos personajes ajenos a la familia, dos estudiosos: uno de la fauna y otro de la flora. Que pretenden decir, definir y establecer qué son todos los elementos que rodean a los Mumin. Dos personajes que engloban cierta idea de lo determinista y de la obligación de que las cosas sean lo que ellos dicen que tienen que ser y no como uno desea que sean.
Mumin de Tove Jansson son unos seres que se pueden emparejar perfectamente con Pippi Långstrump de Astrid Lindgren en lo que podemos definir como el naif nórdico. En el que la principal característica es una inocencia arrebatadora que mueve a los personajes que pueblan sus páginas y en el que planea la idea de que la voluntad personal será aquella que nos permitirá cambiar las cosas a nuestro alrededor, es decir, nos hablan de esperanza, algo muy necesario en estos tiempos.