Entrevista con Bendik Kaltenborn

A finales de 2015, con motivo de la publicación de su segundo libro por parte de Fulgencio Pimentel, Bendik Kaltenborn visitó Madrid para asistir a su presentación. Aprovechando la ocasión, le realizamos esta entrevista que tenéis a continuación.

———oOo———

Recientemente Fulgencio Pimentel ha publicado una nueva recopilación de tu trabajo. ¿Qué sientes cuando ves tus obras cortas reunidas en un libro como éste?

Me encantan los libros que publica Fulgencio Pimentel, es una editorial muy selectiva. Y me gusta ver cómo el público español aprecia las cosas locas que hago. El libro en realidad es mucho más grande que el original, lo que ha sido una sorpresa… igual que la cita de Joe Cocker en la contraportada [risas].

Tus historias suelen ser cortas, y están centradas en situaciones absurdas y sin sentido más que en narraciones clásicas.

Es la forma en la que trabajo. A veces escucho conversaciones sueltas por la calle y las apunto, y a partir de ellas desarrollo situaciones cómicas. Otras veces todo surge de mi intuición e improvisación: no tengo un plan o una dirección, voy viñeta a viñeta, rellenando huecos.

¿Esa improvisación se aplica también al estilo de dibujo? Porque empleas una gran variedad.

Todos los estilos son improvisados. Algunas historias las dibujo en libretas, muy rápidamente, y se publican sin retocar. A veces las digitalizo para su publicación, si el medio lo exige. A veces empleo mucho tiempo en dar color con acuarelas. Pero siempre improviso; empiezo sin más, creo un personaje loco, luego me preguntó con quién va a interactuar… Cuando trabajo en Photoshop, puedo mover cosas, quitarlas, añadirlas, retocarlas… Voy viendo cómo toman forma, como cuando miras las nubes y ves un elefante.

¿De alguna forma tiene que ver con la improvisación de una jam session?

Sí, puede ser. En ambos casos hay una idea básica, unos fundamentos, a partir de los cuales se improvisa.

entrevista bendik página

Página de la historia incluida en Terry y reeditada en Me gustas mucho, Bendik Kaltenborn.

Trabajando así, ¿cómo sabes cuándo tienes que terminar una historia?

Es una buena pregunta, porque puede ser un poco complicado, a veces. Lo voy decidiendo sobre la marcha, veo si la página que he terminado necesita otra más, por ejemplo si estoy en medio de una conversación. Otras, decido que la historia termine de repente. Algunas veces me pregunto si debería haber hecho una historia más larga, pero en general es una sensación: la historia debe terminar justo aquí. Por otro lado, creo que, en general, el cómic humorístico está muy centrado en el chiste y en la última viñeta, y para mí es más importante la historia. Me gusta que las cosas queden en el aire a veces, terminar antes del desenlace.

Yo veo tu obra como una mezcla de humor y una extraña poesía.

Tiene sentido. El humor es una parte muy importante de lo que hago, pero no sé si puede decirse que sea poesía. Me gusta trabajar con el lenguaje y los diálogos; son al menos tan importante como lo gráfico. No sé si es poesía, pero entiendo lo que dices.

Lo digo sobre todo por el ritmo de tus historias, hay una cadencia especial en el desarrollo.

Quizás hay algo de esto en el ritmo, sí. «¿Debería contestar este personaje a este otro en la misma viñeta, o en la siguiente?»… Son elecciones importantes. No creo que haya una receta para hacer cómics. Nunca me ha gustado aprender cómo se supone que deben hacerse: los hago sólo por diversión.

Tus personajes son casi siempre gente normal muy gris, a veces hombres de negocios, en cuyas vidas sucede algo extraño. ¿Por qué esa atención a este tipo de personajes?

Me gusta hacer cosas locas, pero creo que si las hiciera con personajes muy locos, en un universo loco, serían menos sorprendentes. Me gusta poner a personas normales y corrientes que creen que lo tienen todo controlado en situaciones absurdas, creo que el efecto es mucho mayor, por el contraste. Pero también se debe a que, en realidad, los hombres de negocios son algo exótico para mí. Me resulta interesante trabajar con personajes que me son muy ajenos. En este libro hay muchos que son indolentes y egoístas, gente que temerías en la vida real. Pero es divertido ponerlos en un libro, donde puedes controlarlos.

Son personajes sin empatía hacia los demás. No sé si estás intentando criticar esa falta de empatía en la sociedad moderna, o es algo más intuitivo.

No es algo consciente, pero estoy de acuerdo en que mis personajes carecen de empatía. No soporto a la gente que no tiene consideración hacia el resto, es algo que no comprendo. Así que sí puede que haya algo de crítica inconsciente.

entrevista bendik página 2

Otra página de Me gustas mucho, Bendik Kaltenborn.

Hablemos de tu colaboración con el músico Todd Terje, para quien realizas todo el aspecto gráfico de sus discos.

Todd es un viejo amigo. Nos conocimos en una tienda de discos hace muchos años. Hacíamos fanzines y todo. Cuando preparaba su primer EP, me preguntó si quería hacer la portada, porque a Todd le entusiasman los cómics. Por supuesto le dije que sí, dado que me encanta la música. No estaba planeado que después de eso siguiera haciendo todas las portadas, simplemente ocurrió. De hecho el plan original era usar el trabajo de diferentes dibujantes para cada disco, pero Todd se siente muy cómodo con mis dibujos, y yo estoy encantado.

entrevista bendik terje

Un ejemplo del arte de Kalteborn para un EP de Terjen.

¿Te inspiras en su música cuando trabajas con él?

Sí, a veces me enseña la maqueta de un tema y a partir de ahí trabajo, y le voy enseñando lo que hago. Él siempre está abierto al debate, es un toma y daca constante, muy directo. Si no le gusta algo me dice sin problemas que pruebe otra cosa, y si le gusta también me lo hace saber. A veces llego con un boceto para la portada que me gusta mucho, se lo enseño y me dice «no, por favor, prueba otra cosa». Me obliga a ir más allá, es algo muy saludable para mí. Y puedo improvisar, pero al mismo tiempo quiere cosas muy concretas. Es como disparar en la oscuridad: a veces das en la diana. Pero es muy divertido, tenemos el mismo sentido del humor.

No sé si es una celebridad en Noruega o se le conoce fuera también.

Sí, es muy famoso, viaja mucho. Hace poco ha estado en San Francisco. Tiene una banda para los directos muy buena, formada por músicos de jazz excelentes. Su hermano toca la batería. Sus directos son muy potentes. En alguna ocasión he podido trabajar con la escenografía.

Ha trabajado con Brian Ferry.

Sí, Ferry lo llamó para colaborar. Grabaron una versión de Johnny and Mary, un tema de los ochenta de Robert Palmer. Todd ralentizó mucho el ritmo de la canción, la original era muy rápida, pero creo que es muy bonita.

Me gustaría hablar un poco sobre el cómic noruego, porque en España el único autor famoso noruego que conocemos es Jason.

Sí, es el más conocido a nivel internacional.

Bueno, yo también conozco a Sindre Goksøyr.

Sí, de hecho somos colegas, compartimos estudio.

Creo que tu trabajo tiene ciertos puntos en común con el suyo.

Es que estuvimos en el mismo fanzine colectivo, Dongery. Empezamos a hacer cómics juntos, en los mismos fanzines, por eso nuestros trabajos tienen puntos en común.

entrevista bendik tira

Otro ejemplo del trabajo de Kaltenborn.

¿Conoces a más artistas noruegos que sean interesantes?

Desde luego. La escena de cómic en Noruega no es muy grande, pero hay dibujantes muy interesantes. Está Sindre, por ejemplo. Mi autor favorito de todos los tiempos es Christopher Nielsen. Ha hecho cómics desde los 80, además de música y un montón de obras de teatro y películas, todo tipo de material. Sus cómics tienen un lenguaje y unas situaciones muy específicas de Noruega.

¿Conoces a Lise Myhre? Creo que es una dibujante mainstream, que hace una especie de cómic gótico…

Sí, la conozco, aunque no personalmente. Es muy famosa allí. En Noruega, los cómics más conocidos son las tiras de prensa. Ella hace una en un periódico. Hay alguno más que es bastante conocido, pero yo no estoy interesado en esa escena de los cómics. La respeto, son muy buenos en lo que hacen, pero mi interés está en otra parte.

Es muy diferente, como otro negocio.

Sí, totalmente diferente. Yo trabajaba para revistas cuando era joven, quitando el polvo y ese tipo de cosas, como un trabajo de verano.